Y, paralelamente, se han dado los primeros pasos para la acusación y juicio futuro de los verdaderos culpables. Una especie de un juicio de Núremberg, a la paraguaya, donde se sentarán en el banquillo de los acusados los verdaderos culpables.
Desde el comienzo, por parte de los familiares de las víctimas y de sus abogados, se habían presentado al menos cuatro acusaciones de irregularidades por parte del Ministerio Público: solo investigar la muerte de los policías y no de todos los muertos en Marina Cué, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y violaciones a lo largo de todo el proceso.
El Ministerio Público no hizo caso de todo esto y el Tribunal de Sentencia lo secundó. Lo interesante es que ahora han llegado dos documentos dirigidos al Gobierno del Paraguay, al que emplazan por tres meses para dar repuesta, sobre todo los sucedido en la masacre de Curuguaty en Marina Cué.
El primero es del Comité de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su recomendación 104.4 sobre irregularidades en la acción del Ministerio Público y judicatura, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales y violaciones dentro del proceso y juicio en todo lo referente a la masacre de Marina Cué.
Ha sido aprobado que una comisión del Senado estudie este punto.
El segundo documento, con el mismo contenido, ha sido enviado al Gobierno del Paraguay por la Comisión Interamericana de DDHH de la OEA, admitiendo la denuncia planteada por los abogados de los campesinos.
Un primer paso muy importante porque muestra que la lucha por la justicia de la masacre no solo está instalada en Paraguay sino también a nivel de organismos internacionales.
Tenemos confianza en que la injusticia cometida sea no solamente revertida en una absolución general, sino que sean llevados a juicio los verdaderos culpables.