En pasarela. La modelo británica Stella Tennant, musa de Lagerfeld, abrió el desfile con un look andrógino de chaqueta-pantalón en blanco y negro, el clásico zapato bicolor con cordones y sombrero panamá, conjunto que revivió la sofisticación del estilo dandy que se veía entre la alta sociedad cubana en los años cuarenta y cincuenta.
Después del desfile, se ofreció una fiesta en la Plaza de la Catedral, donde se instaló un provisional ranchón –edificación de paja– en el que se escuchó mambo con el Septeto Habanero y se degustaron platos de La Guarida. Para completar la experiencia, los invitados fueron trasladados en los clásicos automóviles de los años 60, que todavía circulan por La Habana. EFE