La bella Dulcinea es un halcón aplamado (Falco femoralis) de dos años. Este sábado se paseó por la Costanera de Asunción, con algo de incertidumbre, junto con su compañera de acciones, Aña, un gavilán de Harris (Parabuteo unicinctus). Dulcinea fue adoptada a los seis meses y hoy ella forma parte del equipo que cuida el medioambiente y a la vez extermina a los que lo infestan.
Los veterinarios Félix Alí y Jesús Ortega se dedican a la cetrería y son socios en esta iniciativa. Hace dos años abrieron Falcop, el hogar de Dulcinea. Es una empresa que ofrece servicios de control biológico de plagas mediante la cetrería. El objetivo es exterminar a las especies invasoras que causan enfermedades en zonas urbanas, destruyen plantaciones de cultivo o afectan la ganadería en el campo.
Las plagas que más atacan a la zona urbana son las palomas y los ratones, mientras que en el campo afectan las cotorras y las palomas silvestres. Es allí donde las aves rapaces entran en acción y, siguiendo la cadena alimentaria, salen a cazar luego de meses de entrenamiento.
“Utilizamos el método de la captura viva, es decir, no usamos químicos ni armas de fuego porque el objetivo es no afectar al medioambiente en el camino de exterminar una plaga. Utilizamos la cetrería. Tenemos aves rapaces que brindan un sistema natural que se establece en la cadena alimentaria de los animales depredadores hacia las presas”, contó Alí a ÚLTIMAHORA.COM.
Los depredadores serían las aves rapaces en este caso y las presas, las plagas. Se busca una solución 100% ecológica y no se altera el medioambiente al aplicar el sistema de control biológico con ayuda de halcones, águilas y otras aves que están sumamente entrenadas.
“Es complicado que las empresas opten por este método de primera porque es nuevo y hay que explicarle mucho al cliente de qué se trata. Es también más complicado que confíen en este método debido a que el uso de químicos genera un resultado rápido”, contaron.
RESULTADOS A MEDIANO PLAZO. Los cetreros explicaron que con el control biológico se tiene un resultado a mediano plazo y a largo se establece un mantenimiento bueno, es decir, las aves ya no atacan las plagas y no las matan, sino que logran que abandonen el sitio que invadieron.
“Establecemos diferentes horarios y días para cazar a las plagas, implica una estrategia. Cuanto más tiempo estés en un lugar trabajando, más se va a concretar el control de manera biológica”, dijeron.
COSTO. Con relación al costo, el mismo está sometido a una verificación previa para tener un diagnóstico de la infestación. “Esta verificación la realizamos de manera gratuita. El interesado llama, se verifica el lugar y de acuerdo a lo que encontramos le damos al cliente un plan de qué hacer, cómo hacer y cuánto tiempo estimamos que llevaría el servicio”, detalló, por su parte, el cetrero Jesús Ortega.
En persecución, Dulcinea puede volar hasta 90 kilómetros de manera directa, sin tener en cuenta la altura. Importa mucho el peso y la alimentación de las aves, es por ello que deben tener una dieta equilibrada.
La cetrería es una actividad que se basa en cazar con aves rapaces para capturar plagas. Los hombres se encargan de entrenar a las aves mediante reflejos condicionados y premios, como comida, para conseguir la fidelidad del animal. Este sistema también cuenta con la colaboración de canes.