Gabriel Armoa se presentó hace unos días ante la Justicia y dijo que no se acercó antes a la Fiscalía porque recibía amenazas por parte del matrimonio, que trata de inculparlo en el crimen, incluso acusándolo de tentativa de abuso sexual, hecho que fue desmentido por el albañil.
El obrero relató que el miércoles 20 de enero Carolina se le acercó para consultarle sobre el almuerzo que debía preparar al personal que trabajaba en la casa, ya que temía ser castigada si cometía un error en la labor que le confirió la señora Ramona Melgarejo, quien solía agredirla con golpes en la cara, jaladas de oreja y ofendiéndola con “palabras irreproducibles”, informó en Radio Monumental AM el fiscal de la causa, Gustavo Chamorro, sobre la declaración que prestó Armoa.
En ese momento apareció el militar retirado Tomás Ferreira y en forma prepotente reclamó que Carolina estuviera hablando con el albañil, quien se retiró inmediatamente ya que Ferreira amenazó con usar su arma de fuego. Antes, llegó a recibir golpes por parte del dueño de casa.
Según el testimonio, tanto Carolina como la otra adolescente tenían prohibido hablar con otras personas, todo el día se pasaban realizando tareas domésticas, “no les tenía como hija sino como criada”, había declarado el obrero ante la Fiscalía.
El Ministerio Público levantó la orden de captura en contra de Armoa y ordenó su libertad, pero queda como testigo clave del crimen.
Ante las amenazas se solicitó que se tome el anticipo jurisdiccional de prueba y también se pidió para él resguardo policial.
Peritos de la institución analizan el circuito cerrado para saber si captaron imágenes que puedan servir como evidencias.
Armoa fue apuntado por la esposa de Ferreira, Ramona Melgarejo, de haber intentado abusar de la menor de 14 años, lo que fue el detonante de la reacción del militar. Según la versión de Melgarejo, su esposo lo echó de la casa a golpes primero a Armoa y luego propinó un severo castigo a Carolina que derivó en su muerte. El terrible caso ocurrió en Vaquería, departamento de Caaguazú.
El hombre de 33 años es el principal testigo del caso donde Ferreira está imputado por homicidio doloso y Ramona Melgarejo por violación al deber de cuidado y violencia familiar.
El director del Hospital de Yhú, Hernán Jara, también había denunciado amenazas por parte del matrimonio, que realizaba llamadas a la familia del médico pidiendo que se cambie su versión original.