En el mismo entorno presidencial, hay posturas encontradas. Mientras el ministro de Defensa, Diógenes Martínez, señaló que la reelección de Cartes es una necesidad para culminar las grandes obras, el jefe de Gabinete, Juan Carlos López Moreira, retrucó sosteniendo que el presidente no mencionó nada y que las veces en que fue consultado lo único que responde es que sigan trabajando para cumplir con las promesas de gobierno.
En el oficialismo son conscientes de que Cartes no tiene base política y que le será difícil lograrla en lo que resta en estos dos años finales.
En cuanto a la popularidad de Cartes, este asumió en agoso del 2013 con el 83% de aceptación ciudadana. Al año siguiente empezó a caer en picada, luego de las medidas tomadas en materia económica y confrontación con las bases coloradas.
Según los datos que se manejan en Palacio de Gobierno, la situación se controló y ahora hay un repunte. Una vez que el presidente activó fuertemente en las internas coloradas y mantuvo una serie de reuniones en Mburuvicha Róga, volvió a caer su imagen. Ahora esperan levantar con la inauguración de las obras que está impulsando el MOPC.
Ante este panorama, el cartismo buscaría apostar a un político y no a un técnico para la presidencia del 2018. Desde el Ejecutivo observan con buenos ojos el trabajo que hacen sus ministros Santiago Peña (Hacienda), Ramón Jiménez Gaona (MOPC), Juan Carlos Baruja (Agricultura y Ganadería), Soledad Núñez (Senavitat) y José Molinas (Planificación) y esperan resultados de Enrique Riera (MEC).
senado. El cartismo busca lograr mayoría propia en Senado y busca captar votos, principalmente de la disidencia colorada y algunos del sector de la oposición. Preocupa que desde la Cámara Alta empiecen a profundizar las trabas contra proyectos del Ejecutivo. Sobre el mensaje que Cartes brindó ante el Congreso, consideran que hacía falta una sacudida y que demuestre que es el presidente de la República.