El jefe de Estado realizó una gira por la ciudad de Coronel Oviedo, en donde movilizó todo el aparato estatal para brindar respaldo a la candidatura del ministro de la Juventud, Marcelo Soto, quien lanzó oficialmente su proyecto en busca de la Gobernación que hoy está en manos del sector colorado de Mario Abdo Benítez.
En el feudo del senador Silvio Beto Ovelar, el presidente arremetió contra sus adversarios y señaló que hay senadores que se dedican a tener facultades y universidades en vez de estar haciendo leyes sino ubicando gente, esta lucrando y dando presupuesto para vivir de la política.
El mandatario habló en dos momentos en Caaguazú. Primero en el acto oficial donde entregó millonarios recursos a los pobladores de la zona; y luego en el almuerzo político donde ya estaba su candidato presidencial Santiago Peña.
Cartes dijo que todos los que cuestionan y hablan de su gestión llevan años en la actividad política, en alusión a los disidentes. “Hay que revisar qué hicieron, ya que muchos se aprovecharon de la necesidad de los pobres”, remarcó.
“Hago una apuesta. Como nunca en la historia los jóvenes le van a dar una paliza a ese modelo. Que se preparen esos que creen que la juventud va quedar a dormir y no va ir a votar. Pero doy mi pronóstico, jóvenes y especialmente mujeres van a ser determinantes en estas elecciones. Prepárense aquellos que creen que pueden colgarse del viejo modelo. Serán unas elecciones muy participativas”, expresó.
Cartes remarcó que hay un modelo que se tiene que ir principalmente aquellos que invocan y usan a los pobres. Aseguró que los violentos no le quiten el sueño.
traidores. Dijo que el gobernador de Caaguazú, Mario Valera, del sector de Marito, llegó al cargo con voto de los colorados pero terminó discriminando a su gente. “Así nos pasó también con senadores. Ellos entraron con el voto de todos. Hoy prefieren manejar gente con la violencia (y dicen que) nosotros (somos los que) estamos matando. Yo les digo, ni les voy a contestar”, afirmó en su discurso.
Dijo que sus adversarios se aplazan y les queda solo apelar a la agresión. “No hay otra manera que comparar a cuantos atendieron de la tercera edad; Tekoporã; cuantas camas hay, les guste o no les guste (...) Esos son nuestros adversarios. Nunca hicieron nada y llevan años y años trabajando en política”, arremetió contra la disidencia.
El mandatario omitió hablar sobre el reclamo de los campesinos que está ahora en su cancha ya que debe promulgar o vetar el proyecto de subsidio sancionado por el Congreso.