Periodista: Saira Baruja @SairaBaruja // Producción Periodística/Texto: Stefanie Céspedes @Betistef
Cámara y Edición: Fabián Fleitas // Apoyo Logístico: Ernesto Ovelar
Ángel y Francisco Medina, de 26 y 30 años de edad respectivamente, son hermanos y —como tantos jóvenes de nuestro país— decidieron dejar la relación de dependencia laboral para ser sus propios jefes y emprender su propio negocio, siempre con el apoyo de la familia, según comentan.
Son dos jóvenes universitarios que están dejando atrás esa etapa: Ángel prepara su tesis para recibirse de administrador de empresas y Francisco hace lo propio pero en la carrera de Diseño Gráfico.
“Con mi papá y los demás miembros de nuestra familia siempre hablábamos de emprender algún negocio familiar, hasta que hace poco más de dos meses las cosas se fueron dando en este rubro y elegimos Areguá porque tenemos una casa de fin de semana aquí, estamos enamorados de esta ciudad. También vimos la oportunidad de negocio porque no hay un sitio como este, donde las familias o los amigos puedan ir a disfrutar de gran variedad de menú, como ofrecemos”, señala Francisco.
El local está ubicado sobre la ruta que une Capiatá con Areguá, poco antes de llegar al cerro Koi, que aseguran es el lugar más alto de la ciudad.
El nombre. Comentan que anteriormente una tribu indígena vivía en esa zona, por lo que las tribus que se encontraban más abajo, cerca de la playa, los llamaban “arigua” —en idioma guaraní—, que significa “los de arriba”.
“Somos asuncenos, pero conocemos mucho sobre esta ciudad, la admiramos, y es por eso que decidimos ponerle este nombre a nuestro restaurante”, indica Ángel.
El menú es diverso, al igual que los precios, ideal para una cena con los amigos, con la familia, con la pareja o para llevar a cabo algún evento.
Arte urbano. Una de las paredes del establecimiento cuenta con un mural donde los comensales aprovechan para las mejores selfies, se trata de una obra que engloba varios aspectos de la ciudad, como el retrato de Gabriel Casaccia, la iglesia de la Candelaria, así como el muelle, la playa, la alfarería, las frutillas, un árbol de lapacho y las piedras del Cerro Koi.
“Nuestra idea con este mural es que la gente aprecie todo lo que hay en Areguá, que venga a visitar la ciudad y disfrute de todo lo que ofrece”, manifiesta Ángel, uno de los propietarios.