Los elementos de seguridad de las fuerzas del orden aún no se sabe a qué dependencia corresponden o si fueron dados de baja.
Lo cierto es que dos de esos chalecos cuentan con códigos que ya fueron entregados la división policial que se encarga de controlar el patrimonio de la Policía.
Uno de ellos ya no cuenta con código porque fue borrado, manifestó el comisario Daniel Careaga, encargado general de la investigación que busca desbaratar a los asaltacajeros y de caudales.
Si bien el agente fue salpicado por ser supuestamente el encubridor de los delincuentes, este negó los cargos y descartó que haya sido nexo entre la banda que lideraba Orlando Efrén Benítez, e integrado por Nelson Gustavo López, alias Yacaré Po, abatido la semana pasada tras un golpe perpetrado el pasado viernes 20 de noviembre en Asunción.
“Será fundamental el dato que consigamos de la institución para saber quiénes estaban al cuidado de los chalecos. Esta semana vamos a insistir con esos datos que ayudarán a la investigación”, sostuvo el agente.
Con el informe existe la posibilidad de encontrar vínculos entre miembros de la Policía y los peligrosos asaltacajeros que el 9 de noviembre pasado atacaron un móvil de la empresa Guardián SA y en cuyo episodio murió un guardia de seguridad.
El ministro del Interior, Francisco De Vargas, sostuvo que se manejan datos de la vinculación entre los delincuentes y uniformados, pero no dio nombres. Al principio surgieron las identidades de Careaga, el subcomisario Guillermo Monges y el oficial inspector Pablo Zelaya, pero no hallaron elementos suficientes en contra de los uniformados, aunque ellos negaron categóricamente los cargos.
Los agentes también están analizando teléfonos celulares incautados en la casa de Yacaré Po y de su madre, recordó Careaga.
