Sin embargo, cómo puede el comprador asegurarse de que el vendedor cumplirá con los plazos de entrega pautados y qué garantías tiene de recibir el mismo departamento que eligió y en el tiempo establecido. ÚH conversó con varios referentes del sector inmobiliario sobre las ventajas y los cuidados que hay que tener en cuenta a la hora de adquirir un departamento en pozo.
Ricardo Ávalos, director de la consultora inmobiliaria Canopy, señaló que la principal ventaja que debería tener esta modalidad es que se vende a un precio inferior del que costaría cuando se termine la obra, sin embargo, aclaró que en el país lastimosamente no existen precios de referencia, por lo que lo único que le queda al comprador es confiar en que realmente el precio será mucho menor. “En realidad no sabés si va a suceder esa ventaja de precio en el futuro”, declaró Ávalos.
Daniel Codas, de la constructora Codas Vuyk, también aseguró que la principal ventaja radica en el precio. “El precio de venta es bastante menor que el de un departamento terminado, también el comprador puede escoger el departamento y realizar las modificaciones que desee antes de iniciar la obra. Además el comprador puede ir pagando en cuotas durante el periodo de construcción”, explicó.
Precauciones. Sin embargo, puede ocurrir que la vivienda ni sea más barata y que en casos extremos ni siquiera llegue a terminarse. Para evitar ser estafado bajo esta modalidad y que el comprador se asegure de recibir el producto que realmente le ofrecen –ya que al no estar terminado el departamento no puede comprobarlo directamente– es bueno que el comprador se haga asesorar por profesionales al momento de analizar la utilización de esta modalidad.
Trayectoria. Víctor González Acosta, presidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios (Capadei), dijo que lo primero que se debe considerar es la forma en que se financia el proyecto, las personas que están detrás de él; quién lo financia; quiénes son los compradores, la empresa constructora, y si esta última tiene una póliza de seguro como garantía, aunque no todas las empresas constructoras o promotoras lo dan.
Esta modalidad de venta está en pleno auge en el país y se irá incrementando aceleradamente tal como en la mayoría de los países de la región.
La compra en pozo beneficia tanto al comprador, que adquiere a un mejor precio para su vivienda, y al desarrollador inmobiliario, porque le permite reducir la necesidad de capital de inversión y de préstamos bancarios, y es esa misma situación la que le permite vender a precios menores.