“Después de 200 días, el enemigo sigue atrapado en las arenas de Gaza. Sin objetivo, sin horizonte, sin la ilusión de la victoria o de la liberación de los prisioneros”, afirmó el portavoz del brazo armado de Hamás, Abu Obeida, en referencia a los rehenes tomados en Israel por comandos islamistas el 7 de octubre.
“Mientras un solo centímetro de nuestra tierra siga (sometido) a la agresión de la ocupación, seguiremos golpeando y resistiendo”, agregó en una declaración por televisión.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había reafirmado el lunes su “determinación inquebrantable” de conseguir la liberación de casi 100 rehenes (según estimaciones israelíes) aún retenidos en Gaza.
En los últimos días, los bombardeos israelíes mataron a 32 palestinos, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, gobernada por Hamás, lo que lleva el balance total desde el inicio del conflicto el 7 de octubre a 34.183 muertos, en su gran mayoría civiles.
El ejército israelí bombardeó la madrugada del martes el centro de la Franja, alcanzando las inmediaciones del campo de refugiados de Bureij y el campo de Nuseirat, según un corresponsal de AFP.
Las cámaras de AFP también captaron bombardeos en Jabaliya, en el norte de la Franja, y el ejército afirmó haber atacado varias posiciones de Hamás en el sur del territorio palestino.
El conflicto se inició el 7 de octubre, con una incursión de milicianos islamistas que mataron a unas 1.170 personas en el sur de Israel y secuestraron a unas 250, según un recuento en base a datos oficiales israelíes.
Catar, que junto a Egipto y Estados Unidos actúa como mediador para conseguir una tregua y la liberación de los rehenes, afirmó que los representantes de Hamás permanecerán en Doha mientras su presencia sea “útil y positiva” para las avanzar en las negociaciones, estancadas desde hace un tiempo.
Netanyahu enfrenta una creciente presión interna para conseguir que los rehenes sean liberados.
ÚLTIMO BASTIÓN. Para derrotar a Hamás, Netanyahu prometió que continuará su ofensiva contra Rafah, una ciudad fronteriza con Egipto que, según las autoridades israelíes, es el último gran bastión del movimiento islamista.
La comunidad internacional le insta a abstenerse de esa operación, temiendo una catástrofe humanitaria en una localidad de 1,5 millones de personas, en su gran mayoría desplazadas por la guerra desde otras zonas de Gaza.
Según funcionarios egipcios citados por el diario estadounidense Wall Street Journal, Israel prevé desplazar a los civiles de Rafah hacia Jan Yunis donde planea instalar carpas y centros de distribución de comida.
La evacuación de civiles duraría entre dos y tres semanas y se realizaría en coordinación con Estados Unidos, Egipto y otros países árabes como Emiratos Árabes Unidos, según los funcionarios egipcios.