Curry, 48 horas después de acabar lesionado el tercer partido, se puso sobre las espaldas a los Warriors para evitar encontrarse con una desventaja de 3-1 que solo se ha remontado una vez en la historia de las Finales.
“Sabíamos lo importante que era este partido. Personalmente, solo doy gracias a Dios por haber evitado una lesión importante y poder jugar”, declaró Curry después del más tenso y trepidante choque de la serie hasta ahora en la que terminó el juego con 43 puntos, 7 triples, 10 rebotes y 4 asistencias en una de las mayores exhibiciones que se recuerdan en Finales.
A base de canastas y triples imposibles bajo máxima presión, el base rescató una y otra vez a los Warriors cada vez que se estancaban frente a la feroz defensa de Boston.
El canadiense Andrew Wiggins le secundó con 17 puntos y 16 rebotes mientras el veterano Klay Thompson aportó 18 tantos. El quinto juego será mañana desde las 21.00.