“Como dijimos muchas veces, Rosario es una de nuestras prioridades en materia de seguridad. Y si bien estamos trabajando desde el minuto uno en llevar paz a los ciudadanos, el delito y el crimen organizado no descansan y no se dan por vencidos”, afirmó.
“Rosario sangra. Y no necesita un simple torniquete para mejorar. Necesita una cura definitiva. Por eso, vamos a ir a fondo. Con firmeza, sin que nos tiemble el pulso”, aseguró Bullrich, quien ya se había desempeñado en el mismo cargo durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).
CONDENAS MÁS DURAS ”Junto al Sr. Gobernador (Maximiliano Pullaro) y a los jefes de las 5 Fuerzas Federales vamos a tomar las medidas necesarias para que todo hecho de violencia perpetrado en la vía pública o en el interior de lugares públicos sea inicialmente considerado como un intento de aterrorizar a la población o condicionar a las autoridades y, por lo tanto, se denunciará como un acto de terrorismo”, manifestó en otro momento en una carta pública a los rosarinos.
Bullrich explicó que de esta manera, los autores de estos delitos pueden sufrir el doble de la pena prevista para el hecho cometido.
“Se aplicará, a tal efecto, el artículo 41 quinques del Código Penal, que textualmente dice: ‘Cuando alguno de los delitos previstos en este Código hubiere sido cometido con la finalidad de aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, la escala se incrementará en el doble del mínimo y el máximo”’, manifestó al respecto de las nuevas decisiones en materia de seguridad.
“También tenemos previsto solicitar el apoyo de las Fuerzas Armadas, siempre dentro de los términos de la Ley de Seguridad Interior”, agregó.
UNA SEMANA VIOLENTA
En los últimos días, sicarios a sueldo de bandas del narcotráfico asesinaron a dos taxistas, hirieron de gravedad a un conductor de autobús –paralizando el transporte público–, dispararon contra una comisaría e incendiaron un vehículo en respuesta a las medidas de control en las cárceles al ‘estilo Bukele’ puestas en marcha por Pullaro.
En esas prisiones se encuentran alojados sicarios y segundones en las líneas de liderazgo narco, que manejan el negocio de la droga en Rosario, y han transformado las cárceles en su ‘segundo hogar’, de manera que, desde hace años, emiten órdenes a sus grupos desde el penal.
Rosario es el principal puerto del país, y según los expertos se ha convertido, a través de la hidrovía sobre el río Paraná, en punto privilegiado para salida de drogas desde Bolivia, Brasil y Paraguay hacia Europa y Asia.
Bullrich señaló este sábado en su carta que Rosario es una de sus “prioridades en materia de seguridad” y advirtió que si no se pone “un freno urgente, la violencia va a seguir escalando”; por eso, prometió “ir a fondo” y “con firmeza”.
La ministra ya había convocado este viernes a un comité de crisis con asistencia de las Fuerzas Armadas en los términos previstos por la ley de seguridad interior para frenar la escalada de violencia asociada al narcotráfico en Rosario.