Botellas recicladas y con molde de la Virgen serrana, desde G. 3.000 y hasta G. 15.000, ofrece la mujer que con su trabajo crió a sus 8 hijos y a su hija del corazón, una joven de 15 años, a la que no solo le brinda su amor de madre, sino que la ayuda a que siga estudiando y la apoya en todos sus emprendimientos.
Doña Ángela recuerda que cuando se casó llegó a la ciudad de Caacupé, en el departamento de Cordillera, y desde ese momento se instaló frente al Tupãsy Ycuá, donde por el puesto de venta de botellas paga anualmente G. 140.000 a la Municipalidad.
Comenta que antes la venta era mejor, pero tampoco se queja, ya que ella va hasta su puesto de trabajo todos los días con mucha alegría. “Solo dejo de venir si estoy demasiado enferma o si llueve mucho, porque venir acá me da fuerza”, expresa mientras mira fijamente hacia la capilla ubicada frente a su lugar de trabajo.
Santerías
Las santerías se preparan desde setiembre para el novenario de la Virgen de Caacupé, poniendo a punto los locales, cargando más mercaderías y, por sobre todo, depositando su fe en tener más ventas que el año pasado.
“El año pasado vendimos, pero mermó la venta y ni qué decir con la venida del Papa. Teníamos mucha expectativa y no pasó nada, lastimosamente”, manifestó una de las vendedoras que se encuentra sobre la calle Asunción y Pozo de la Virgen.
Las santerías están abiertas todo el año, pero durante las festividades de la Virgen aumentan las ventas, por lo que el 7 y 8 de diciembre permanecen en vigilia.
Las imágenes de la Virgen son las más buscadas en esta época, seguido de los recuerdos, como rosarios perfumados o pulseras con imágenes de santos.
Los precios de las imágenes varían desde G. 5.000 hasta G. 250.000, dependiendo del tamaño y los accesorios.
A solo dos meses de la mayor festividad católica que reúne a los feligreses en Caacupé, la ciudad se prepara para vivir ese momento.