Este fue el mensaje que transmitió el grupo Basanomics –integrado por el ex presidente del Banco Central del Paraguay (BCP) Carlos Fernández Valdovinos y el ex ministro de Hacienda Santiago Peña– en su más reciente nota macro trimestral denominada El Covid-19 y un nuevo escenario económico.
La firma advierte que el deterioro de la situación fiscal, resultante de la reducción de las recaudaciones y el incremento de los gastos sociales –principalmente–, llevará a un balance negativo (más gastos que ingresos en las arcas del Estado, o déficit fiscal) que se prolongará por varios años.
A esto se suma que las políticas monetarias expansivas pueden generar presiones inflacionarias en el futuro, debido a que ya se observan señales como el fuerte incremento de los agregados monetarios –billetes y monedas en circulación–, que llegó a niveles de 20% entre abril y mayo pasados, cinco veces por encima del ritmo en que venían aumentando desde marzo de 2019 hasta antes del estallido de la pandemia.
Por estos motivos, Basanomics urge al Gobierno a definir cómo se retornará al orden fiscal y monetario, en el mediano plazo, a fin de reducir la incertidumbre que actualmente sume al consumo y la inversión, y estar así preparados para la próxima crisis.
“Si bien el proceso de ajuste fiscal debe realizarse de forma cautelosa para evitar descarrilar la recuperación económica, es necesario que el Gobierno establezca claramente la trayectoria del déficit en el mediano plazo, la convergencia en el tiempo al límite máximo establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal, en un periodo de tiempo acotado”, asevera el reporte.
“Por otro lado, en una coyuntura recesiva no deberían esperarse presiones inflacionarias ante un aumento de la liquidez de mercado. Pero en la medida en que la actividad económica vuelva a normalizarse, dicho exceso deberá ser gradualmente neutralizado a fin de evitar presiones en los precios o sobre el valor de nuestra moneda respecto a otras. A diferencia de países avanzados, Paraguay no puede pegarse el lujo de mantener por periodos extendidos una política de estímulos monetarios, a menos que esté dispuesto a aceptar una inflación más elevada”, agrega.
En cuanto a la situación fiscal, Basanomics manifiesta su preocupación respecto al rápido endeudamiento del país en un corto plazo, que implicará pagos de intereses que superarán el 1% del PIB, una situación que no se veía desde el 2002. Por otro lado, advierte que las recaudaciones tributarias se recuperarán lentamente –de la mano de un tímido repunte del consumo– y que los gastos en salud, principalmente, permanecerán en niveles más elevados ya de manera permanente.
“Ambos factores harán que el Presupuesto General de Gastos aumente su rigidez, dificultando el proceso de ajuste del elevado déficit fiscal de este año”, avizoran.