“Durante dos días seguidos, el enemigo ha estado atacando activamente en la zona de Kupiansk, en la región de Jarkov. Nos estamos defendiendo”, indicó este domingo desde Kiev la viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar.
Según ella, se están librando “batallas feroces” y las posiciones “cambian varias veces al día”.
Kiev ha admitido que la contraofensiva está siendo difícil, y pidió a sus aliados occidentales sumistrarle más armas y artillería de largo alcance.
No obstante, la viceministra de Defensa dijo que las fuerzas ucranianas están “avanzando gradualmente en la zona de Bajmut”, una ciudad capturada en mayo por Rusia.
Bajmut tenía más de 70.000 habitantes antes de la contienda, y se ha visto destruida por la batalla más larga y sangrienta desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.
“En el propio Bajmut, bombardeamos al enemigo y el enemigo nos bombardea”, añadió la viceministra ucraniana de Defensa.
En el frente norte de esta zona, un comandante del batallón de artillería de la 22ª brigada mecanizada ucraniana admitió a la AFP que cada metro de terreno se ganaba a costa de duros combates.
“Cada día en que ganamos 10, 20, 100 metros, ya es una gran victoria”, dijo el militar, identificado bajo su nombre de guerra “Bulat”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la contraofensiva del ejército ucraniano, destinada a recuperar los territorios ocupados por Moscú en el este y el sur del país, no está resultando exitosa.
“Todos los intentos del enemigo de romper nuestras defensas (...) fueron infructuosos a lo largo de la ofensiva. El enemigo no ha tenido éxito”, declaró Putin en una entrevista con el canal de televisión Rossia-1 emitida el domingo.
El mandatario estimó también que la situación era “positiva” para las fuerzas rusas.
“Nuestras tropas están actuando de forma heroica. Y de manera inesperada para el adversario, están incluso pasando a la ofensiva en ciertos sectores y capturando posiciones más ventajosas”, afirmó Putin.
Ucrania lanzó su esperada contraofensiva el pasado mes, tras acumular ingente material armamentístico de Occidente y reforzar sus capacidades de ataque.
La contraofensiva de Kiev avanza despacio frente a unas tropas rusas que tuvieron tiempo de establecer defensas sólidas, que incluyen campos infestados de minas, y siguen disponiendo de una importante potencia de fuego para atacar a las fuerzas ucranianas.
Este domingo, el Estado Mayor ucraniano afirmó que había operaciones ofensivas en curso en dirección de Melitópol y Berdiansk, dos ciudades ocupadas por Rusia en el sur de Ucrania.
El martes pasado, el ministro ruso de Defensa afirmó que sus tropas habían logrado avanzar un kilómetro y medio en un sector del frente situado cerca de Limán, en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
Por otro lado, el acuerdo sobre la exportación de cereales ucranianos a través del mar Negro expira la medianoche del lunes hora de Estambul (21:00 GMT).
Firmado inicialmente en julio de 2022 en Estambul bajo los auspicios de Turquía y la ONU, y prorrogado varias veces desde entonces, el acuerdo permitió en un año exportar cerca de 33 millones de toneladas de cereales a pesar del conflicto.
El viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mediador entre Kiev y Moscú, aseguró que Putin estaba “de acuerdo” en prorrogar de nuevo el acuerdo, fundamental para garantizar el suministro de granos a nivel mundial.
Pero el Kremlin no confirmó tal declaración.
En una entrevista telefónica el sábado con su homólogo sudafricano Cyril Ramaphosa, Putin dijo que “siguen sin cumplirse” las “obligaciones fijadas en el memorando Rusia-ONU”, relativas al levantamiento de obstáculos a las exportaciones de alimentos y fertilizantes rusos.
Esta ha sido una exigencia formulada de manera reiterada por Moscú como contraparte a la exportación de granos desde puertos ucranianos a través de un corredor seguro en el mar Negro.
Putin dijo igualmente que tampoco se ha cumplido “el principal objetivo del acuerdo, la entrega de cereales a los países necesitados, en particular del continente africano”, según un comunicado difundido por la presidencia rusa.
Destinado a contener la inflación y la inseguridad alimentaria en países vulnerables, el acuerdo benefició a 45 países importadores, con China en primer lugar (7,75 millones de toneladas), seguida de España (5,6 Mt) y Turquía (3,1 Mt), según el centro de coordinación de los cuatro firmantes en Estambul.
Fuente: AFP.