“En realidad no soy una verdadera partidaria de Nikki Haley. Pero no quiero que Donald Trump gane New Hampshire. Así que voy a votar por Nikki Haley”, dice esta jubilada de 71 años.
Sentada junto a Dodge está su amiga Lisa Kester, una abogada de 59 años, dentro de Robie’s Country Store, en la fría región de Nueva Inglaterra (noreste).
“Es un voto estratégico”, cuenta Kester a la AFP. “Es un voto contra Donald Trump”.
Los votantes que traman formas de bloquear al ex presidente estadounidense en las urnas de noviembre se alinean detrás de Haley. Y planean votar en las primarias del martes por ella, a quien ven como su mejor arma contra un segundo mandato de Trump.
Dodge y Kester acudieron el pasado jueves a la icónica tienda, una parada habitual en la campaña electoral de New Hampshire durante décadas, a orillas del río Merrimack para escuchar el discurso de Haley.
Trump, para Dodge, fue “horrible durante cuatro años”. “Y sería aún más horrible” si volviese a la Casa Blanca en su probable revancha con el demócrata Joe Biden a finales de este año, añade.
La jubilada, registrada como independiente, considera ofensivas las “mentiras” de Trump sobre la votación de 2020, que perdió frente a Biden y por la que ahora se enfrenta a una acusación penal por injerencia electoral aunque difícil de cuantificar, el rechazo a Trump es un tema recurrente entre los independientes, a los que se les permite votar en las primarias republicanas o demócratas en New Hampshire. AFP