Hasta este momento, son 9 los que ingresaron, pero 8 los que están en forma definitiva, y son tres colorados, cuatro liberales y un luguista
El año pasado, en vez de la colorada Mirta Gusinky, quedó como titular su correligionario Arnaldo Franco.
El mismo ya venía ejerciendo la suplencia, pero a partir de la renuncia de Gusinky se quedó con la banca hasta el 2023.
La ex senadora se vio envuelta en el escándalo de la vacunación vip, y prefirió renunciar antes que ser sometida a una inminente expulsión en la Cámara Alta.
Gusinky había sido convocada para jurar como senadora, en reemplazo del ex presidente de la República Nicanor Duarte Frutos.
En esa misma situación, ingresó Rodolfo Friedmann, en vez de Horacio Cartes. Tanto Friedmann como Gusinky eran tratados como senadores “mau”, sobre todo por el bloque de Honor Colorado.
El liberal Carlos Zena es otro de los beneficiados con la titularidad en el Senado. Le vino bien el acuerdo para su correligionario Víctor Ríos como ministro de la Corte.
El que seguía en la lista, en realidad era el ex diputado Fernando Callizo Nicora, quien falleció por Covid.
El colorado Ramón Retamozo sigue en su papel de suplente. Anteriormente, reemplazó a Enrique Riera cuando fue suspendido con Paraguayo Cubas, por haber llegado a los golpes durante una de las sesiones.
Ahora, está ocupando la banca de Luis Castiglioni, quien había pedido permiso para ocupar el cargo de canciller, y ahora sigue de permiso porque está al frente de Industria y Comercio. En caso que se mantenga como ministro hasta que termine el mandato de Mario Abdo, en el 2023, entonces Retamozo también continuará ocupando la banca.
Las primeras movidas. Ya a finales del periodo pasado, el colorado Óscar González Daher, quien falleció el año pasado, fue sometido a la pérdida de investidura, pero volvió a ingresar y finalmente fue forzado a renunciar.
Jorge Oviedo Matto, del Unace, perdió su banca, pero también fue reelecto. Ante una fuerte presión, finalmente tampoco pudo asumir. En el caso de Oviedo Matto, no solo perdió el curul, sino que su partido quedó sin representación parlamentaria en el Congreso.
Los dos estuvieron salpicados por una serie de audios, siendo ambos representantes del Senado ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados. Se había configurado como tráfico de influencias.
Riera había asumido en vez de Castiglioni, cuando este asumió en Cancillería, pero se quedó como titular con la salida de González Daher. En lugar de Oviedo Matto, asumió el liberal Abel González.
Tras el segundo pedido de permiso de Castiglioni, entró Martín Arévalo, quien también quedó como titular, con la expulsión del colorado Víctor Bogado. Luego le tocó el turno al liberal Eusebio Ramón Ayala, quien ingresó en vez de Dionisio Amarilla.
Luego de un par de suspensiones, finalmente le vino la noche a Paraguayo Cubas, de Cruzada Nacional. Otro sector político, que al igual que Unace, quedó sin representación parlamentaria.
Ya en una sanción anterior, lo había reemplazado el senador Miguel Fulgencio Rodríguez, del Frente Guasu.
Éste quedó finalmente como titular de la banca, tras la expulsión de Payo.
En el inicio de la pandemia, en el 2020, fue sometida al proceso de pérdida de investidura la liberal María Eugenia Bajac, quien estaba como líder de bancada en el equipo de Blas Llano.
Justamente, el mismo estaba como presidente del Congreso cuando se tomó la decisión de la expulsión, y a partir de ese momento, se había decidido no aplicar más la pérdida de investidura.
El caso de Gusinky volvió a ser una excepción debido al escándalo de las vacunas vip.
Luego, hubo otros tres pedidos de expulsión para los colorados Friedmann, Javier Zacarías Irún, y el luguista Sixto Pereira, que quedaron rechazados, tras la reelección de Óscar Salomón.
