La Cámara de Diputados se apresta a tratar el proyecto de ley que pretende regular la explotación de las máquinas tragamonedas. Ya tiene media sanción del Senado y advierten que una aprobación del texto tal cómo quedó puede ser contraproducente y causar más daños de lo que se pretende enmendar con la normativa, refieren especialistas del sector consultados por Última Hora.
De acuerdo con este análisis, el proyecto crea una comisión paralela a la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), lo que viola las prerrogativas reguladoras de la institución, pues se quiere quitar influencia en el control de los juegos de azar.
Destacan que el proyecto no soluciona realmente la falta de capacidad jurídica de las municipalidades. Además, puntualizan, no hay diferenciación clara sobre las máquinas habilitadas en lugares especializados y las que están en comercios de otro rubro o directamente en la calle.
La idea primigenia era proteger de estas máquinas a los menores de edad por ser dañinas para su desarrollo normal; pero, acotan, esto no se cumple.
Precisan que no se dan herramientas contundentes a los municipios para castigar la exposición de los menores de edad a estos artefactos. Todo se limita a exigir que se coloque un cartel en los locales donde se prohíbe el acceso a los niños.
Lo más cuestionable es que se pretende, apuntan, crear una suerte de comisión entre las municipalidades y la Conajzar que solamente significa que este último pierde potestad regulatoria.
El proyecto, señalan, les da más funciones a las comunas, además de aquellas que ya tienen y que no ha podido ejercer con idoneidad.
SANCIONES
Los especialistas críticos de este proyecto reprochan que las sanciones propuestas en la norma para los que permiten presencia de niños ignoran olímpicamente disposiciones muy claras, incluso con castigos punitivos penales de cárcel, establecidos en leyes vigentes.
Insisten en que la propuesta de la ley para el control remoto de estos aparatos (a fin de dejar de poner operativo en caso de infracción) no es una tecnología viable para nuestra realidad y, por el contrario, antes que aumentar el control, se potenciarán las operaciones clandestinas de tragamonedas.