25 abr. 2024

Títulos falsos son grave amenaza para atención de la población

El escándalo generado por la clausura de dos carreras de Medicina de la Universidad Privada María Serrana va más allá de casos aislados de falsificación de documentos públicos. Los estudiantes –la mayoría brasileños– lograban convalidar materias cursadas en otras facultades y algunos llegaban a completar en un año lo que demandan 3 años de carrera. Es preocupante que las personas que accedieron a estos títulos sin la adecuada formación médica estarán ofreciendo servicios a la población, lo cual es una amenaza a los servicios de salud.

El Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) deberá estudiar detenida y detalladamente la validez de 185 títulos de médicos registrados por la Universidad Privada María Serrana en el Ministerio de Educación y Ciencias, desde octubre de 2017 a abril del 2021, para saber si son pasibles o no de nulidad. Los diplomas médicos fueron expedidos por la sede central de Asunción y la filial de Ciudad del Este, las cuales fueron clausuradas recientemente por el Cones, debido a las irregularidades detectadas, como la falsificación de firmas en los certificados de estudios, en por lo menos 40 casos verificados. Los apellidos de quienes figuran en la lista de titulados en Medicina de la UPMS reflejan que en su mayoría son de origen brasileño.

El escándalo generado por la clausura de dos carreras de Medicina por la falsificación de documentos públicos y aparente venta de títulos médicos mau sería solo la superficie, en el fondo se sospecha de que hay montado un modus operandi que facilitaba el acceso a diplomas de Medicina a estudiantes.

El gremio de los médicos sugirió dejar sin efecto los diplomas de los graduados en las carreras hoy cerradas, hasta tanto se verifique cada caso. Desde el Círculo Paraguayo de Médicos (CPM) señalan que este es un hecho médico que no se puede continuar, y que se debe encontrar una figura jurídica para dejar en espera la vigencia de su registro hasta tanto se aclare.

Esta es mucho más que una situación irregular. Se habría habilitado como profesionales a personas que no cuentan con formación y capacitación; pues resulta que, mientras la universidad en cuestión alega que sus estudiantes realizaron prácticas o pasantías en determinados hospitales, cuando el Cones pidió informes estos centros asistenciales no tenían el registro de esos estudiantes.

Mientras tanto las autoridades analizan y aclaran esta grave situación, los estudiantes se sienten víctimas y vienen protestando a diario frente a la sede del Cones en contra de la clausura de las carreras de Medicina. “Somos estudiantes, no somos fantasmas. Respeten nuestra historia”, dicen.

Lamentablemente los hechos que se revelaron hasta el momento no son una novedad del todo, ya que en el mes de julio del 2021 la institución ya había sido intervenida debido a numerosas denuncias realizadas por los alumnos. De acuerdo con las investigaciones, los títulos que expedía la universidad privada no estaban registrados ni en la cartera educativa ni en el Ministerio de Salud Pública. Por lo tanto es bien justificada la pregunta sobre la calidad de profesionales que se han insertado al sistema desde 2017 y el rol que estos están desarrollando.

Otro tema que surgió con las investigaciones es la superposición de funciones que ocupa el superintendente de Salud, Ignacio Mendoza Unzaín, quien figura como decano de la ahora cuestionada universidad, a quien incluso desde el Círculo Paraguayo de Médicos le exigen que presente su renuncia. El funcionario hasta ahora no lo ha hecho.

Este es un problema que ha ido creciendo en las últimas dos décadas, debido a una suma de errores y porque ciertos sectores vieron a la universidad como un negocio, se ha llegado a un punto en el que debemos dudar de los profesionales que han egresado de estos centros. Paraguay tiene un serio problema con su educación superior, y muy particularmente con la carrera de Medicina; ha llegado pues la hora de ubicar el problema de la educación superior como un problema central en el país.

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