El titular del Congreso, Silvio Ovelar, admitió que hubo giros muy sorprendentes dentro del Senado y que la correlación de fuerzas ya no es la misma que lo llevó a la presidencia de la Cámara Alta.
Fue con relación a los llanistas que prácticamente se están abriendo de la eterna alianza con los colorados.
Beto Ovelar había tomado las riendas del Congreso mediante el apoyo de los cartistas y el llanismo, y también con los votos de Hagamos.
Los abdistas estaban queriendo asegurar justamente la gobernabilidad de su líder, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
Sin embargo, la mayoría por el momento se está desinflando, y hasta nuevo aviso, y quedó evidenciado con el fracaso de que asuma el cartista Arnaldo Franco en la banca de Paraguayo Cubas.
Apenas fue suspendido por inconducta el senador por Cruzada Nacional, un pacto abdocartollanista estaba decidido a concretar su plan, pero al final quedó sin efecto.
Se había dado una fuerte pulseada entre los aliados al gobierno de Marito y otros sectores de la oposición que defienden que tiene que asumir el liberal Eusebio Ramón Ayala en lugar de Payo.
“Hubo un giro muy sorprendente en los últimos tiempos. En el Senado la correlación de fuerzas ya no es la misma que me llevó a mí a la presidencia el año pasado”, manifestó Ovelar.
Manejan como una hipótesis interesante un posible enojo por parte de los llanistas por la destitución del contralor Enrique García.
La alianza, más conocida como “pacto azulgrana”, que se viene dando en ambas Cámaras del Congreso desde hace varios periodos, prácticamente fue completando una agenda que incluyó también cupos en la Corte.
Habría que ver la postura que asuman los distintos sectores en torno a proyectos que están pendientes y son bastante polémicos como los de antilavado y la propuesta sobre reforma tributaria.
MESA DIRECTIVA. El tema que también está en agenda tiene que ver con la renovación de la mesa directiva, que debe finiquitarse en junio.
Hasta hace unas semanas, el propio titular del Congreso seguía sosteniendo que su sucesor sería un referente del PLRA, y la pulseada sería entre Blas Llano y Blas Lanzoni.
Mientras tanto, uno de los impasses que tendrán que resolver hasta que termine la sanción a Payo, en junio, será el ocupante de su banca, y todo indica que los colorados no piensan ceder.