Solamente el poder de la ilusión puede recortar la abismal diferencia de calidad que separa al Real Madrid del San Lorenzo. El presente marca una gran distancia futbolística entre clubes millonarios y un fútbol, el argentino, obligado a exportar cada vez más jóvenes a sus estrellas. Aunque el fútbol está repleto de gestas de equipos menores y el equipo del Papa Francisco sueña con protagonizar una en el Gran Estadio de Marrakech.
Realidades. En el presente, la motivación con la que llegó al torneo y el hambre de más éxito, le hizo no tener piedad del Cruz Azul en semifinales (4-0). En plena racha histórica de triunfos, 21, y récord de goles de un equipo español, el Real quiere cerrar 2014 a lo grande. Mucho tendrá que cambiar San Lorenzo: en semifinales estuvo a punto de ser eliminado por un equipo semiprofesional como el Auckland City. Le salvó su mayor experiencia y las falencias a la hora de definir de su rival.