En el 2002 la revista British Medical Journal recogió por primera vez el caso de un adolescente que lo sufría víctima del uso exagerado de periféricos informáticos que vibran, sobre todo asociados a videojuegos.
El trastorno se caracteriza en sus primeras etapas por un entumecimiento, pérdida de sensación de control y palidez de los dedos, dolor en manos y dedos, etc. Afecta a los nervios y a los vasos sanguíneos que irrigan dedos y manos. Se calcula que actualmente lo padecen decenas de miles de personas en todo el mundo.
Según un estudio que acaba de publicar Clinical Epigenetics existen genes que predisponen a padecer este trastorno, concretamente el polimorfismo genético A2191G en el gen de la sirtuina 1, una proteína vinculada al envejecimiento que además está implicada en la regulación de la contracción y dilatación de los vasos sanguíneos. Así lo publica el portal web Muy Interesante.