30 abr. 2024

Silencio y miedo se instalan en las calles de un Ecuador bajo el fuego narco

Caminan a paso rápido, con la mirada alerta y hablan en voz baja en las calles vaciadas por el miedo.

ECUADOR-STATE OF EMERGENCY-SECURITY

Las Fuerzas Armadas patrullan calles de Quito, Ecuador.

Foto: AFP.

Caminan a paso rápido, con la mirada alerta y hablan en voz baja en las calles vaciadas por el miedo. El terror se instala en Ecuador, mientras el narco exhibe músculo con ataques, explosiones, saqueos y tiroteos.

En la cabeza de Rocío Guzmán todavía resuenan las detonaciones de una balacera ocurrida la tarde del martes a pocas cuadras de su negocio, ubicado cerca de un hospital de la seguridad social en el centro de Quito.

“La gente cerró los locales, vino gente corriendo”, dice a la AFP la comerciante de 54 años, que este miércoles colgó unas pocas mascarillas y revistas en las puertas de su kiosko por miedo a los robos.

Nota relacionada: Claves para entender la crisis en Ecuador

Decidió ir a su casa en medio del caos y luego quiso hacer compras pero “todo estaba cerrado. A las 8 de la noche no había nada, ni carros, ni negocios”. En la peligrosa ciudad de Guayaquil (suroeste), varios hoteles, oficinas y comercios cerraron. Los pocos transeúntes se silencian ante las pregunta de periodistas.

La reciente ola de violencia se desató tras la fuga de Adolfo Macías, alias Fito, jefe de la principal banda criminal del país conocida como Los Choneros, que estaba recluido en una cárcel guayaquileña y fue detectada el domingo.

Desde entonces hubo explosiones, motines carcelarios, siete policías secuestrados y 149 funcionarios penitenciarios retenidos en una arremetida del narco que deja 14 muertos, según el último balance. Además hombres encapuchados irrumpieron con armas y granadas en un canal de televisión que transmitía un noticiero en vivo.

Unos pocos negocios abrieron sus puertas con zozobra y en algunas zonas había más policías que comerciantes.

“Es agobiante”

ECUADOR-STATE OF EMERGENCY-SECURITY

Foto: AFP.

El bullicio habitual en el parque La Carolina, en el corazón financiero de la capital, fue reemplazado por silencio. No estaban los atletas ni los aficionados al fútbol que ocupan las canchas desde muy temprano.

“Lo que nos saca ahorita es la necesidad de seguir trabajando, se siente mucho miedo no se sabe que va a pasar”, dice a la AFP Daniel Lituma, dueño de una panadería en el centro histórico, cerca del palacio de gobierno custodiado por decenas de militares fuertemente armados.

Nota relacionada: Un Ecuador en “estado de guerra” enfrenta por tercer día el poder del narcotráfico

La tarde del martes, Lituma, de 30 años y tatuaje en el cuello, compraba junto a su esposa en un mercado cuando sus empleados le alertaron de saqueos. A falta de autobuses empezó a correr desesperado para reunirse con su hija y ponerse a salvo en casa.

Hoy la necesidad económica le obligó a trabajar en una ciudad desolada. La idea de que un nuevo ataque ocurra en cualquier momento le roba la tranquilidad. “Es agobiante. Uno tiene que salir todos los días porque nadie nos soluciona el tema del dinero, pero (venimos) con mucho miedo, incertidumbre”, expresa.

La falta de transporte público hacía estragos este miércoles. Unos pocos autobuses circulaban con escasos pasajeros y menor frecuencia de la usual. Las esperas en las estaciones se prolongaron, aunque la gente agradeció no tener que caminar largos trechos como ocurrió el martes.

La violencia colapsó el tránsito y dio paso a la solidaridad: desconocidos se juntaban para caminar, compartir vehículos y exorcizar el miedo de ser atacados.

Teletrabajo

Universidades y escuelas impartieron clases en modalidad telemática. Algunas entidades también aplicaron el teletrabajo y otros optaron por media jornada como Manuel Muñoz, un vendedor de insumos médicos de 34 años.

Debido a las dificultades para movilizarse optó por retornar temprano a su casa en el sur de Quito y acordó con sus ancianos padres una estrategia para saber dónde está cada uno.

“El plan es reportarse cada hora” a través de llamadas o mensajes, explica. El taxista Santiago Enríquez va alerta a su radio y a mensajes de sus colegas. Le tranquiliza saber que sus hijos están resguardados en casa.

Recibí las noticias en tu celular: Canal de WhatsApp Última Hora

También le alivia la presencia de fuerzas armadas en la calles luego de que el presidente Daniel Noboa declarara un conflicto armado interno y ordenara “neutralizar” a los miembros de una veintena de bandas narcocriminales.

“Van a actuar con mas fuerza y eso es lo que la gente quiere para sentirse segura”, señala el conductor de 30 años. La víspera mientras trasladaba a un pasajero en Quito el ambiente se sentía “peligroso”, “tenso”, de “mucho nerviosismo”, recuerda.

Fuente: AFP.

Más contenido de esta sección
La Policía Federal desplegó el Operativo Gafilat para controlar a las personas y vehículos que circulan en la Triple Frontera entre el Brasil, Paraguay y la Argentina, en la ciudad de Foz de Iguazú.
Las expectativas de una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes se reactivaron este lunes con la reunión en El Cairo de una delegación de Hamás con los mediadores, tras casi siete meses de guerra entre el movimiento palestino e Israel.
Un ex empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense fue condenado este lunes a más de 21 años de prisión por haber intentado espiar para Rusia, informó el Departamento de Justicia.
La ex reina de belleza Landy Párraga se convirtió en un nuevo personaje público asesinado a tiros en Ecuador luego de que en los últimos 15 días desconocidos dispararon contra dos alcaldes, en el marco de una ola de violencia criminal que ha bajado, pero que no cesa pese al incremento de operativos estatales de seguridad.
El ex presidente de Uruguay José Pepe Mujica (2010-2015) anunció este lunes en una rueda de prensa que tiene un tumor en el esófago.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció este lunes que seguirá al frente del Ejecutivo “con más fuerza si cabe” y el compromiso de “trabajar sin descanso, con firmeza y serenidad por la regeneración pendiente” de la democracia española, el avance y la consolidación de derechos y de libertades.