Esta modificación, realizada en la última sesión del año del miércoles pasado, eleva a una mayoría calificada de dos tercios (30 votos de 45 senadores) la necesaria para destituir a un senador, cuando anteriormente por mayoría simple (13 votos de 23 senadores presentes), se podía destituir a un congresista, lo que se considera un “autoblindaje”.
Núñez argumentó que fue una acción necesaria para garantizar la estabilidad y la justicia en el proceso legislativo.
“Fue una iniciativa de varios colegas y nosotros acompañamos, yo adelantaba que mi postura como diputado no sólo es reglamentar sino que debe salir por ley, entonces para que los electos y los proclamados tengan la tranquilidad que no una mayoría simple por el humor de esa mayoría se te saque de la Cámara, es un reglamento y sólo rige en el Senado”, sostuvo.
“Podemos encontrar los términos que quieran, pero creemos que suspender por dos tercios y una mayoría simple sacar no corresponde, me mantengo en la postura y por eso apoyé, un reglamento por más que se haya puesto puede ser una trampa legal, debe ser por una ley”, añadió el congresista.
El senador cartista sostuvo que, aunque la Constitución no especifica la necesidad de una mayoría calificada, esta interpretación es la más adecuada para proteger los derechos de los senadores y evitar decisiones arbitrarias.
Sin embargo, críticos argumentan que esta medida va en contra del espíritu de la Constitución y representa un intento de los senadores de protegerse de posibles destituciones.
Ya fue vetado. En el 2021, el entonces presidente Mario Abdo Benítez vetó totalmente el proyecto de la ley conocida como de “autoblindaje”, con el que el Congreso pretendía elevar el número de votos para tratar la pérdida de investidura de un legislador.
El Ejecutivo, en ese entonces, tomó esta decisión al considerar que la iniciativa del Congreso interfería con la Constitución paraguaya. Los legisladores pretendían con este proyecto de ley que se necesitaran 30 votos para expulsar a un senador, frente a los 23 que establece la ley, y 53 a un diputado, en lugar de los 41 requeridos en la actualidad.
Los cartistas pretendían nuevamente presentar un proyecto similar, pero por el momento aprovechando su mayoría, lo hicieron modificando el reglamento interno de la Cámara Alta, lo que volvió a desatar nuevamente una polémica, aprovechando el receso parlamentario y sin tantas vueltas.