Lo acusan por presunta tentativa de contrabando, luego de hallarse más de USD 200 mil en su poder sin declarar, cuando intentaba ingresar al país por Ciudad del Este.
La expulsión de su banca se dio con una votación de 61 a favor, 5 en contra y una abstención. El debate entre solicitar la remoción o la suspensión de Kueider se decantó por la destitución, tras cinco horas de sesión en el Senado.
La remoción de Kueider implica que asuma su reemplazante, Stefanía Cora, por lo que el oficialismo perdería un aliado, y dejaría aún más débil su posición parlamentaria.
Kueider fue elegido senador en 2019 como parte de la coalición peronista Frente de Todos, pero en junio pasado se distanció de su tolda política para votar a favor de la Ley Bases, promovida por la alianza oficialista La Libertad Avanza, liderada por el presidente argentino, Javier Milei.
Kueider y su secretaria Iara Guinsel Costa se encuentran con arresto domiciliario, en Asunción, hace varios días. Ambos están imputados.
Según consta en el acta de imputación, en el vehículo se hallaron 211.102 dólares, 646.000 guaraníes (unos 82,53 dólares) y 3.9 millones de pesos argentinos (unos 3.852 dólares).
Extradición. A la par de la sesión de ayer, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado pidió el desafuero y la detención de Kueider, según ratificó el senador Luis Juez en la sesión, y ordenó a Gendarmería registros en domicilios de las ciudades de Paraná y Concordia, en la provincia de Entre Ríos, la jurisdicción por la que Kueider era senador.
Kueider enfrenta una causa judicial por supuesto enriquecimiento ilícito y por su eventual vinculación en el cobro de sobornos en Juzgado Federal de San Isidro, a cargo de Arroyo Salgado, en la provincia de Buenos Aires, entre 2017 y 2019, cuando era director de la empresa estatal de electricidad de Entre Ríos, Enersa.
También es investigado en Entre Ríos por la presunta compra de departamentos y cocheras (estacionamientos) en un edificio de lujo en la capital provincial, que, según medios locales, están registrados a nombre de Gunsel Costa y la empresa Betails, de la cual el senador declaró ser accionista del 50%.
El presidente Javier Milei sugirió “echarlo a patadas”.