La normativa rige desde el pasado 8 de junio, luego del asesinato de la directora Sofía Rodríguez en un aula de un colegio de Colonia Independencia, donde su alumno extrajo un arma blanca de su bolso y supuestamente mató a la educadora.
“Nosotros nos mantenemos en nuestra postura de que abordar la salud mental de forma integral es la solución, aseguró ayer Melina Matto”, vocera de la organización.
Solo se cuenta con 520 sicólogos en el ministerio para los 8.000 establecimientos escolares. De acuerdo con estimaciones oficiales, necesitan por lo menos 1.500 para cubrir mejor los centros.
Agregan que además se violan derechos como el de la presunción de inocencia y la intimidad, tomando una única medida para todo el estudiantado. El mismo ministro de Educación, Nicolás Zárate, defendió la semana pasada esta medida generalizada, a pesar de manifestar que son “pocos” los casos de violencia.
“Vamos a mantener la resolución hasta que nos llegue otra propuesta para cambiarla, pero no lo haremos hasta tanto”, apuntó.
Hasta la fecha, los jóvenes cuentan con el apoyo de secundarios de más de 60 establecimientos educativos de gestión pública y privada subvencionada, en Asunción, Central y puntos del interior.
Los jóvenes también reclaman que desde la cartera educativa apelan al control y no al diálogo con los estudiantes. Es que fueron invitados a la mesa de seguridad donde supuestamente debían debatir sobre medidas ante la violencia, pero el MEC ya tenía la resolución de cateo firmada.
Al conocer la decisión del ministerio, se retiraron de la mesa y protestaron brevemente frente al edificio donde se realizó el encuentro.
Controles. Las instituciones educativas todavía se están organizando para la revisión de mochilas. “Son pocos todavía los colegios donde se implementan las revisiones aleatorias”, agregó Miguel Marecos, titular del Sindicato Nacional de Directores (Sinadi).
El gremialista pidió, al contrario de los estudiantes, mantener los controles aleatorios de los bolsos. “Hoy (por ayer) tenemos otra amenaza en Concepción; un docente denunció a su alumno por amenaza de muerte. ¿Hasta cuándo este flagelo?”, reclamó Marecos. Sobre el tema de las mochilas, aclaró que saben que no es la solución de fondo para frenar o prevenir casos de violencia en el ámbito educativo, pero aseguró que ayuda ante la ausencia de familias.