Más de 14,6 millones de chilenos volverán a votar en un referéndum, 31 años después del último de ellos, en el que se realizaron reformas a la Constitución. Un año antes, en 1988, se celebró el histórico plebiscito que puso fin a la dictadura de Pinochet (1973-1990).
La votación del próximo 26 de abril se planteó como una de las vías para poner fin a la grave crisis social y política iniciada en Chile el pasado 18 de octubre, que dejó 31 muertos y mantiene contra las cuerdas al gobierno del derechista Sebastián Piñera.
La campaña electoral del plebiscito que inicia hoy irá hasta el 23 de abril, con la participación de la mayoría de los partidos políticos con representación parlamentaria y algunos independientes.
En el plebiscito, se preguntará a los votantes: “¿Quiere usted una nueva Constitución?”, a lo cual deberán responder “Apruebo” o “Rechazo”. También se les pedirá que determinen qué tipo de órgano redactará la nueva Constitución si esta se aprueba: una Convención Mixta, conformada por constituyentes elegidos y legisladores, o una Convención Constitucional, una suerte de asamblea constituyente compuesta únicamente por miembros elegidos.
Un 69% de los chilenos votará por la opción apruebo, mientras que un 14,5% se inclinará por el rechazo, según una última encuesta Pulso Ciudadano de la empresa Activa Research.
“Varios millones de los electores convocados a votar el 26 de abril nunca participaron en un plebiscito, un ejercicio de democracia directa”, explicó Patricio Santamaría, presidente del Consejo Directivo del Servicio Electoral (Servel).
proceso. La medida del plebiscito se concretó en la madrugada del 15 de noviembre pasado tras un acuerdo político refrendado en el Congreso y en medio de una de las jornadas más violentas de la revuelta social, nacida como una protesta contra el alza del precio del transporte público en Santiago, antes de convertirse en un clamor en favor de reformas sociales en Chile.
“El gobierno está comprometido con impulsar una gran participación de los chilenos y asegurar un plebiscito limpio, democrático y transparente”, dijo el presidente Piñera tras el rebrote de las protestas.