Ucrania lanzó el martes una sorpresiva operación a gran escala en la región fronteriza rusa de Kursk, dos años y medio después del inicio de la invasión de Ucrania y tras meses de repliegue ante las fuerzas de Moscú en el frente oriental.
El ejército ruso reconoció de hecho el domingo que Ucrania penetró profundamente en su territorio al afirmar en un comunicado que había impedido “intentos de avance” en Tolpino, Juravli y Obshchi Kolodez, tres localidades situadas a unos 30 km de la frontera con la ex República soviética. Los avances fueron frenados por bombardeos aéreos, drones y artillería, así como con el envío de contingentes del agrupamiento “norte”, desplegado en la región ucraniana de Járkov, según la misma fuente.
Incendio. Un incendio se declaró en la torre de refrigeración de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, que se encuentra bajo control de las fuerzas rusas, que acusaron al enemigo del incidente. Sin embargo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aseguró que Rusia inició el incendio. “Desde la ciudad de Nikopol se ve que los invasores encendieron un fuego en los terrenos de la planta nuclear de Zaporiya”, dijo Zelenski. EFE-AFP