El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a Putin de intentar “echar la culpa” a Ucrania, que lleva dos años luchando contra la ofensiva rusa.
“Vienen a Ucrania, queman nuestras ciudades e intentan culpar a Ucrania. Torturan y violan a nuestra gente y les echan la culpa. Trajeron a cientos de miles de sus propios terroristas aquí, a suelo ucraniano (...) y no se preocupan de lo que ocurre en su propio país”, declaró Zelenski, cuyo país enfrenta desde hace más de dos años una invasión rusa.
El EI reivindicó el viernes el ataque contra la sala de conciertos Crocus City Hall en la periferia de Moscú, afirmando que “fue conducido por cuatro combatientes” en el contexto de “la guerra” contra “los países que combaten el islam”.
Ese atentado, cometido antes de un recital del grupo de rock ruso Piknik, es el más sangriento en Rusia desde hace dos décadas y el más letal cometido en Europa por la organización yihadista.
Putin, recién reelecto por otros seis años, calificó el drama de “acto terrorista salvaje”, prometió castigar a todos los responsables y decretó este domingo como día de luto nacional.
11 DETENIDOS. Poco antes, el Kremlin había anunciado la detención de 11 personas, entre ellas “los cuatro terroristas directamente implicados en el atentado”.
Esas cuatro personas, todas “ciudadanos extranjeros” fueron detenidas en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, según las autoridades.
El FSB (servicio de seguridad ruso) afirmó que los sospechosos tenían “contactos” en Ucrania, confrontada desde 2022 a una intervención militar rusa, y planeaban huir a este país tras el ataque, pero no ofreció pruebas de este supuesto vínculo ni dio detalles sobre su naturaleza.
El balance oficial de muertos subió el sábado a 133 muertos y podría seguir aumentando, ya que la búsqueda continuará aún varios días entre los escombros del edificio, devorado por las llamas y cuyo techo se derrumbó parcialmente.
Hasta el momento, las autoridades rusas sólo identificaron a 29 fallecidos.
Los atacantes emplearon armas automáticas y provocaron un gran incendio con líquido inflamable, indicaron los investigadores.
La reivindicación del grupo yihadista suscita no obstante algunas interrogantes.
Según medios rusos y el diputado Alexander Jinstein, algunos de los sospechosos son originarios de Tayikistán, una ex república soviética de Asia central, limítrofe con Afganistán. Estados Unidos había advertido a Rusia, a inicios de marzo, sobre un posible ataque “terrorista” en un lugar de Moscú.