Al reunirse con Mulino, Rubio “dejó claro que este statu quo es inaceptable y que, a falta de cambios inmediatos”, Estados Unidos tomará “las medidas necesarias para proteger sus derechos”, aseguró Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado.
El secretario de Estado dijo a Mulino que el presidente Trump determinó “que la actual posición de influencia” de China es “una amenaza para el canal y una violación de los tratados bilaterales sobre la vía interoceánica”, agregó Bruce.
Casi en simultáneo, Mulino aseguraba a la prensa que hizo “las voces de descargo” sobre la vía y propuso que un “equipo técnico” aclare las dudas sobre la “supuesta presencia china”. “La soberanía sobre el canal no está en cuestión”, expresó.
Trump no ha descartado el uso de la fuerza militar para “recuperar” el canal, construido por Estados Unidos y entregado a Panamá en diciembre de 1999 en virtud de tratados bilaterales de 1977.
“No siento que haya ninguna amenaza en este momento real contra el tratado, la vigencia y mucho menos de uso de fuerza militar para apoderarse del canal, no siento eso”, señaló no obstante Mulino. En el centro de la polémica está una empresa de Hong Kong que opera puertos en las dos entradas de la vía que une los océanos Pacífico y Atlántico, por donde pasa el 5% del comercio marítimo mundial y 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos. Mulino recordó que esa empresa está en auditoría y, como un gesto, aseguró que no renovará un acuerdo con China sobre “la ruta de la seda” para ampliar el intercambio comercial. AFP