Los puestos de control que habitualmente tienen dos empleados haciendo guardia, tendrán dos funcionarios más, también se recurrirá a un mayor apoyo de la Marina y de la Policía Nacional, dijo Nery Alarcón, jefe de Inteligencia de la COIA.
En la zona primaria de Encarnación se reportan menos casos, a diferencia de las secundarias que contemplan puertos clandestinos en la misma ciudad, además de las orillas del Pilcomayo, Itá Enramada y José Falcón.
Representantes de la COIA se reunieron al cierre de la semana pasada con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal, institución que se comprometió a la incineración inmediata de los productos incautados, además de colaborar con las verificaciones documentales sobre el origen de los animales.
Alarcón habló de una campaña de concienciación en el lado de paraguayo para cortar con el contrabando de pollos, atendiendo a que el impacto puede ser muy grande en el país.
En todos los puestos hay una orden de controlar exhaustivamente los vehículos a fin de detectar los productos ilegales. En el caso de aves vivas, estas pueden transmitir a los animales de Paraguay la influenza aviar que está atacando al territorio argentino.
Asimismo la entrada de carne aviar desde el exterior representa un gran impacto económico para la industria local.
