Los reclusos pusieron manos a la obra y ya comenzaron a sentar las bases de las paredes de aquella que será su futura celda en la Comisaría 9ª de la ciudad de Limpio, del Departamento Central.
Debido a la pandemia del Covid-19 y de modo a evitar hacinamiento en las cárceles, las personas detenidas son recluidas en las dependencias y puestos policiales.
La Penitenciaría Nacional de Tacumbú, por ejemplo, cerró sus puertas y no puede recibir más internos en sus instalaciones por disposición del Ministerio de Justicia.
De esta forma fue que en el pequeño calabozo de la Comisaría de Limpio sobrepasó su capacidad. Recluía a 10 detenidos en una celda de aproximadamente 2 x 4 metros, informó Telefuturo.
Ante esta situación se contrató a un maestro de obras para la construcción de un nuevo calabozo, con la colaboración de algunos reos que oficiarán de albañiles y serán pagados por las tareas realizadas.
Un policía local manifestó que el Juzgado de Luque proveyó los materiales de la obra y la remuneración estará a cargo de la Comisaría a través de fondos de autogestión del personal de tal dependencia.
A fin de no seguir abarrotados en reclusión, los reos esperan concluir con las tareas en las próximas dos semanas.