Miles de automovilistas y transeúntes están expuestos diariamente a sufrir algún tipo de accidente en las avenidas y calles de Asunción debido a la casi nula señalización de lomadas y franjas peatonales por parte de la Comuna capitalina, a lo que se suma la existencia de profundos baches.
Esta situación se plantea a pesar de la cada vez más creciente recaudación en concepto de la contribución especial de conservación de pavimento, la cual debe destinarse íntegramente a regularizar el mal estado del asfaltado de la ciudad, según lo establecido en el artículo 169 de la Ley Orgánica Municipal.
Asimismo, la Ordenanza Tributaria señala como obligatoria para la Intendencia el depósito de todos esos ingresos en una cuenta bancaria especial, de manera a evitar que sean utilizados en otros rubros ajenos a lo que es la señalización y el arreglo de la capa asfáltica.
En noviembre de este año, los concejales Rafael Villarejo y Gustavo Lird pidieron a la Contraloría General de la República la realización de un examen especial sobre esta tasa especial, bajo el argumento de que no se gasta todo lo recaudado en mantener el pavimento y que ello representaría malversación de fondos.
En los últimos cinco años, del 2009 al 2013, la institución municipal cobró al contribuyente asunceno un monto superior a G. 239.966 millones en este concepto y solo gastó en reparaciones poco más de G. 114.015 millones, lo que dejó sin utilizar un fondo mayor a G. 125.951 millones y sobre el cual se desconoce su destino.
Villarejo indicó que “parte del dinero recaudado debería ser gastado en el mantenimiento de pintura de lomadas y franjas peatonales y al cierre de baches que minan el asfaltado de la ciudad. Pero sin dudas se destina a otros menesteres, como alimentar ese elefante blanco de un número cada vez más elevado de funcionarios municipales”.
“El intendente es responsable directo del estado de las calles y de las señalizaciones, ya que ello termina por definir la existencia o no de accidentes”, agregó.
CASOS. En un recorrido por distintos sectores de la capital se pudo observar que la deficiencia en señales horizontales y verticales se da en la mayor parte de las vías de comunicación asuncenas.
En la zona del microcentro, las franjas peatonales prácticamente ya no se ven a simple vista debido a que se encuentran despintadas, como es el caso del cruce de Oliva y 15 de Agosto; Colón y Estrella; Montevideo y Herrera; Presidente Franco y 15 de Agosto, por citar algunos ejemplos.
En el caso de las lomadas, se tienen las que están las ubicadas en General Díaz casi Díaz Peffaur (la que además de no estar señalizada presenta deformaciones en su estructura); Río de la Plata y Doctor Coronel; Doctor Paiva casi Guillermo Arias; 21 Proyectada y Rojas Silva; Portugal y Teniente Colmán, entre otras.
José Pérez, residente del barrio San Antonio, señaló que en una ocasión atropelló una lomada por no estar señalizada y que su vehículo sufrió importantes daños que le hicieron incurrir en millonarios gastos para poner de nuevo a punto su máquina.