La operación, considerada estratégica, “simula el restablecimiento del suministro eléctrico tras una pérdida total de conexión con el sistema eléctrico y el apagado total de la central”. El simulacro cobra mayor relevancia teniendo en cuenta apagones como el ocurrido en España, Portugal y parte de Francia en abril, donde el restablecimiento de la energía demoró incluso hasta 24 horas en algunos sitios.
“Todo el proceso se llevó a cabo de forma controlada, sin afectar los sistemas interconectados de Brasil y Paraguay”, detalló la central. Añadió que con los generadores diésel instalados en la Casa de Máquinas, Itaipú puede reiniciar sus unidades sin depender de fuentes de energía externas. Las maniobras son esenciales para garantizar la reanudación de sus operaciones de forma autónoma y segura, en el menor tiempo posible. La prueba de arranque en negro se realiza una vez al año y no interfiere con su generación de energía, ya que solo se apaga una parte. La entidad resaltó que la energía producida por las cuatro unidades generadoras para el proceso de normalización de la planta es suficiente para abastecer parcialmente a ciudades brasileñas del tamaño de São Paulo y completamente a Belo Horizonte, Campinas o Río de Janeiro, atendiendo a una población de aproximadamente 6 millones de personas.