La ciudad chaqueña de Puerto Casado se convirtió el sábado en el epicentro cultural del Chaco paraguayo al ser la segunda parada de la Ruta de Festivales 2025 de Sonidos de la Tierra.
Suena Puerto Casado inundó con música, arte y comunidad, transformándola en un vibrante escenario para el talento juvenil, informó el corresponsal de Última Hora Alcides Manena.
Desde tempranas horas de la mañana, el Coliseo Deportivo Municipal fue el lugar de la actividad.
Lea más: Puerto Casado en la ruta de los festivales de Sonidos de la Tierra
Los ensayos abiertos de las orquestas juveniles de la Red Sonidos de la Tierra dieron inicio a una jornada cargada de arte. Simultáneamente, el Mercadito de Sonidos de la Tierra abrió sus puertas, ofreciendo a los visitantes una variada selección de artesanías locales, gastronomía típica y productos de la zona, mostrando la riqueza cultural de la región.
La tarde invitó a explorar los encantos de Puerto Casado con un circuito turístico por sus atractivos históricos. Además, la comunidad se unió en una acción ambiental colectiva, demostrando el compromiso con el cuidado del entorno.
La expectación aumentó con el tradicional desfile de los pueblos, una marcha que realizaron los artistas de las seis orquestas juveniles que recorrieron las calles, invitando a todos los pobladores a ser parte del gran concierto.
Nota relacionada: Medio británico rescata la histórica lucha por la tierra en Puerto Casado
El punto álgido de la jornada llegó a las 18:00 con el concierto de la Orquesta Regional del Chaco. Jóvenes músicos de las Escuelas Comunitarias de Música de la Red Sonidos de la Tierra del Chaco subieron al escenario para ofrecer un espectáculo vibrante que no solo rescata la identidad sonora de la región, sino que la proyecta a todo el país.
Suena Puerto Casado trascendió la idea de un festival; se erigió como una demostración palpable del poder transformador de la música. Es un encuentro que fomentó la unión, el orgullo territorial y la convicción de que el arte es una herramienta fundamental para el desarrollo y la identidad de una comunidad.
El maestro Luis Szarán, de la orquesta Sonidos de la Tierra, destacó la presencia de los artistas juveniles acompañados de los padres de familia, que, a pesar de la distancia, lograron participar con entusiasmo. Asimismo, señaló que los niños y jóvenes se conocen entre sí, establecen amistades, crean bellezas con la música y forman valores para la vida.