La propuesta de Barbosa surgió en el conversatorio Plaza Pública Dende, moderado por Yan Speranza y con la introducción de Alberto Acosta Garbarino. El diplomático, actualmente involucrado con el sector privado, explicó que, para viabilizar su idea, se debe modificar el acuerdo de transporte fluvial ante la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi). Ello permitiría a esta autoridad internacional manejar lo relacionado con la hidrovía, como el mantenimiento, la señalización, entre otros servicios.
Así se evitarían las disputas entre los países. “Los barcos que pasan por la hidrovía, cuando llegan a otros países, tienen que cambiar toda la tripulación; hay costos en esto. Con una autoridad internacional aumentaría la seguridad jurídica y atraería inversiones para desarrollos regionales con nuevos puertos y almacenes a lo largo de todo el trayecto, desde Puerto Suárez (Brasil) hasta Nueva Palmira, Uruguay”, señaló Barbosa.
Esclusa. El brasileño también incluyó la posibilidad de construir la esclusa de navegación de Itaipú e incorporar en el circuito a la hidrovía Tieté-Paraná, haciendo que el transporte de productos sea completamente en barcazas, sin necesidad de cambiar de modal. Señaló que el río Tieté, que atraviesa San Pablo, tiene un transporte muy grande de mercancías y recordó que la esclusa de Itaipú está incluida en el propio Tratado de la entidad, pero no se avanzó.
“El aumento del tráfico de la hidrovía por el aumento de la agricultura y de la minería en la región de los Andes, puede ser de interés de las empresas que necesitan de transporte. La esclusa y la autoridad internacional darían a la hidrovía otra performance y otra actuación regional. La hidrovía es un proyecto simbólico de integración regional”, resaltó.
A propósito, Barbosa considera que la hidrovía Paraguay-Paraná, la negociación de Itaipú y el Corredor Bioceánico deberían ser el foco de la relación entre Paraguay y Brasil en los próximos años.
A criterio del diplomático, el corredor de importación-exportación que sale del puerto de Santos, en San Pablo, pasa por Brasil, Paraguay, Argentina y va a Antofagasta, Chile, permitirá ahorrar costos, al evitar el paso por el Canal de Panamá para llegar al mercado de Asia.
El diplomático también abogó por una mayor integración regional. “Tenemos el Mercosur que no avanza como podría avanzar, por problemas distintos de los países de la región”, lamentó.