“Por el lado de la demanda, el consumo privado seguirá apoyando el crecimiento, junto con los efectos indirectos del ajuste macroeconómico en Argentina, que esperamos continúen este año. Por el lado de la oferta, los servicios (incluido el comercio), la industria manufacturera y la construcción serían los principales motores. El sector agrícola se verá probablemente afectado por una sequía aún por confirmar su magnitud”, destacó.
Sobre los riesgos del tipo de cambio para el 2025, Mesquita señala que las tasas de interés sin cambios y la proyección de un real brasileño más fuerte podrían reducir la presión sobre el tipo de cambio. “Por otro lado, un USD fuerte y una sequía son los principales riesgos”, sostiene.