Esta situación afecta al paso fronterizo, que registraba de 18.000 a 20.000 personas por mes, descongestionando el tráfico sobre el puente internacional San Roque entre Encarnación, Paraguay, y Posadas, Argentina. La situación de inhabilitación se arrastra hace casi un mes. Los vehículos ni las personas pueden pasar la balsa, debido a la situación del desborde.
Pese a los trabajos de reacondicionamiento en el puerto de embarque, este fue afectado por la última gran crecida del río Paraná. Ahora el agua aumenta de nuevo de nivel y está sobrepasando el atracadero, por lo que decidieron aún no habilitar el paso fronterizo fluvial.
“Estamos esperando volver a la normalidad después de la crecida, pero justo cuando ya estaba volviendo a su cauce habitual el agua, volvieron las torrenciales lluvias que de nuevo producen el aumento del caudal hídrico, conspirando contra la posibilidad de reanudar el cruce, varado ya hace un mes”, dijo Hernán Morel, gerente de la firma naviera.
Morel señaló que por el paso fronterizo cruzaban 179 mil a 180 mil personas por año, lo que implica un descongestionamiento del tráfico sobre el puente San Roque González, entre las ciudades de Encarnación y Posadas, a 50 kilómetros aguas abajo de Bella Vista.
INVERSIÓN. Precisamente, la Comuna de Bella Vista recientemente había invertido G. 50 millones en el embarcadero donde opera la balsa, en el puerto de esta localidad fronteriza con Corpus, Misiones, Argentina.
La obra sirvió para brindar comodidad a los vehículos y personas para subir a la embarcación que está operando desde hace 8 años, facilitando el cruce fronterizo entre Paraguay y Argentina.
La embarcación con bandera paraguaya dejó de cruzar el río desde mediados de octubre cuando el cauce del Paraná creció más de 5 metros, inundando totalmente el embarcadero.
Don Morel cumple un gran papel en la integración fronteriza entre Bella Vista y Corpus. La misma realizaba varios viajes al día posibilitando el traslado de miles de personas con rapidez y a costo racional.
El uso de esta balsa es muy importante teniendo en cuenta la necesidad de cruzar que tienen los habitantes de la provincia de Misiones y el Departamento de Itapúa, dada la cercanía geográfica y las relaciones comerciales entre ambas orillas.
Esto debido fundamentalmente al largo tiempo que los viajeros tienen que esperar en sus vehículos para cruzar el puente, por la enorme cola que se registra en el lugar diariamente. Sin embargo en la balsa el cruce tras hacer rápidas gestiones, dura solo 5 minutos.
Mientras no se regularice el nivel del río Paraná no operará la balsa en este paso fronterizo, que con el tiempo de convirtió en un paso opcional y ágil para ingresar y salir del país.