Tras la lectura de un manifiesto titulado “Abajo el plan motosierra de ajuste de Milei y el FMI”, en el que los organizadores pidieron a las centrales sindicales –hoy ausentes– que se sumen a futuras movilizaciones y acusaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, de “criminalizar la protesta social”, los manifestantes fueron retirándose de la histórica Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, sede de la Presidencia.
Pese a que marcharon de forma pacífica, muchos de los manifestantes incumplieron las medidas establecidas en un protocolo de seguridad que prohíbe cortar el tránsito en las calles y carreteras.
“Esto es una dictadura militar”, declaró a la prensa Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, una de las organizaciones convocantes de la marcha de este miércoles, que coincidió con el día en que se conmemora del 22° aniversario de las violentas protestas que en 2001 se saldaron con 39 muertos y la renuncia del entonces presidente, el radical Fernando de la Rúa (1999-2001).
Belliboni comparó la actuación del Gobierno de Milei en esta primera jornada de movilización en contra de sus medidas económicas de choque con un “operativo de guerra”, y consideró “un éxito” que el protocolo de seguridad elaborado en vísperas de esta marcha por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, no se “cumpliese”.
TENSIÓN. Los únicos momentos de tensión entre los manifestantes y la Policía se vivieron al principio de la concentración, cuando varios agentes cargaron contra los protestantes que ocupaban la calzada de las dos avenidas diagonales que unen la Plaza de Mayo y la Avenida 9 de Julio.
En las movilizaciones de este miércoles no participaron ni organizaciones políticas peronistas –la fuerza política que ha estado en el poder dieciséis de los últimos veinte años– ni su sindicato, la poderosa Central General de Trabajadores (CGT), que se han mantenido al margen de la convocatoria.
Por su parte, el presidente Javier Milei supervisó el operativo desplegado desde el Departamento de la Policía Federal, junto a las ministras de Seguridad, Patricia Bullrich, y Capital Humano, Sandra Pettovello, además de su hermana, Karina Milei, secretaría general de la Presidencia y principal asesora del mandatario.
BULLRICH CELEBRA. Después de la marcha, Bullrich celebró el trabajo de las fuerzas de seguridad desplegadas por su desempeño.
“Estamos muy contentos porque todos los argentinos pudieron salir y trabajar”, agregó al referirse a la normalidad en el tránsito y los servicios de transporte, que no se vieron afectados por la protesta.
Antes de la marcha, las autoridades advirtieron a la ciudadanía con mensajes intermitentes en los anuncios electrónicos de las estaciones de tren de la capital, para que quienes pretendan participar en la movilización no corten el tránsito en la vías públicas, so pena de perder las ayudas sociales que puedan estar percibiendo. “El que corta no cobra. Si te están obligando podés denunciar anónimamente al 134", señalaba un mensaje que recordaba el número de la línea telefónica habilitada por el Gobierno argentino para denunciar ‘extorsiones’”. El Gobierno cifró en 9.000 el número de denuncias recibidas en la línea telefónica hasta el mediodía de este miércoles.