Con más de 15 años de trayectoria en el arte de la escultura de arena, Garcete se inició en esta técnica en Río de Janeiro, trabajando para la renombrada escuela de samba Mangueira, reconocida no solo por su música, sino también como un movimiento cultural.
Su talento lo llevó a recorrer el mundo y perfeccionar su arte en la Escuela de Bellas Artes de Toulouse, en Francia, donde profundizó su formación práctica, teórica y creativa en el campo del arte y el diseño.
Óscar señala que, aunque la escultura de arena es una técnica muy difundida en otros países, en Paraguay aún resulta novedosa.
Además del homenaje al Papa, el Municipio de Cerrito, en Ñeembucú, le encargó una majestuosa obra dedicada al patrono del distrito, el Niño Jesús Salvador.
Esta figura alcanzará los 12 metros de altura y será la protagonista de la celebración patronal del 1 de enero.