Se trata de Ronald Isabelino Lovera Cáceres (22), que está recluido por un caso de robo agravado y que ya recorrió varios centros penitenciarios.
Su madre sostiene que primero fue llevado a la penitenciaría de Misiones, donde supuestamente fue torturado y recibió amenazas de muerte. Luego fue llevado a Emboscada y el 8 de diciembre pasado, a Tacumbú en Asunción.
“Pido que mi hijo sea llevado al penal La Esperanza, porque en Tacumbú no está seguro. Es un ser humano igual que todos y por más que la gente diga que es un delincuente, yo lo voy a ayudar”, explicó Cáceres, que llegó hasta la Redacción de ÚH con la intención de hacer público su pedido. “Quieren que le perdamos el rastro, para que atenten contra su vida”, recalcó.
Lovera Cáceres fue detenido tras un violento asalto ocurrido en la compañía Itá Cajón, de la localidad de Quiindy, donde perdieron la vida un comerciante y un agente policial.