Álvarez, que recorrió ayer el establecimiento ubicado en la zona 6.000, ex Marengo, de la colonia Friesland, en Itacurubí del Rosario, manifestó que el pago se habría hecho horas después del secuestro. “El hijo habría pagado el rescate, pero al no tener más respuestas de los secuestradores, deciden hacer la denuncia”, reveló.
La promesa que habrían recibido los familiares sería que los secuestrados iban a ser puestos en libertad de forma inmediata, una vez efectuado el pago por el rescate.
Los secuestradores en principio tomaron a cuatro personas, pero una de ellas logró escapar.
Se trata de un joven de 18 años, cuya identidad se mantiene en reserva y que ya está bajo custodia de las fuerzas del orden.
Luego de hablar con el joven, los investigadores concluyeron que este secuestro no fue cometido por miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) o alguno de los otros grupos armados que operan en la zona.
“Serían delincuentes comunes”, indicó una fuente del procedimiento.
El comisario César Silguero, jefe del departamento de Investigación Criminal de la Policía Nacional, también atribuyó el hecho a delincuentes comunes que operan en la zona, a juzgar por las características del hecho y el tipo de arma utilizada.
RASTRILLAJE. Agentes policiales, junto a los fiscales Irene Álvarez y Juan Godoy, realizaron varias incursiones en la zona buscando alguna pista acerca de los criminales que asesinaron a las víctimas.
Varias patrulleras de distintas divisiones policiales de todo el país participan de los operativos.
También un helicóptero sobrevoló la zona dando apoyo al personal que estaba en tierra. Hasta el momento, no hay novedades. (CA)