El presidente francés, Emmanuel Macron, justificó su decisión al valorar que no suponen un riesgo suplementario, en medio de críticas tras haber cerrado bares, restaurantes, discotecas, cines o tiendas que no sean de comestibles.
Pero la participación en las elecciones municipales fue la más baja de la historia y, según estimaciones, no superará el 50%. En tanto, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, compareció ante los medios para descartar que el país tenga riesgos de penuria de productos básicos.
En España, con 47 millones de habitantes, se entró ayer a una situación sin precedentes, con los ciudadanos enclaustrados en sus casas a causa del estado de alarma anunciado el sábado. Las autoridades ordenaron el cierre de los lugares de ocio para frenar el virus, en un país apegado a las relaciones sociales y las celebraciones bulliciosas. El número de fallecidos por coronavirus asciende ya a 288 y los casos conocidos, que no dejan de aumentar, se acercan a los 8.000, casi la mitad de ellos en la región de Madrid. EFE