Nuestro país ha tenido numerosos aspectos positivos en materia de crecimiento del producto e inflación moderada así como de deuda pública y privada bajo control junto con déficit fiscal dentro de parámetros aceptables. Su previsibilidad en el afianzamiento de estas variables hace que las Calificadoras Internacionales mantengan su buen posicionamiento en términos de eventuales riesgos. Incluso en comparación con el resto de América Latina y el Caribe (ALC), Paraguay ostenta una ubicación envidiable en lo que hace a tales parámetros en favor de inversiones extranjeras. Esperemos que la observancia de la constitución, de las leyes y de otras normas vigentes en el país no la pongan en riesgo. Ciertos acontecimientos recientes preocupan mucho.
LAVADO DE DINERO, CRIMEN ORGANIZADO Y NARCOTRÁFICO. En términos de clandestinidad e ilegalidad hasta en la venta de armamentos de todo tipo al exterior Paraguay está llamando negativamente la atención. Además, en la zona de la Triple Frontera nuestro país es el más vulnerable ante actividades criminales graves como los giros a carpas terroristas, financiándolas. Para peor, Paraguay se ha vuelto un pasa-manos internacional en la circulación de drogas letales, tales como cocaína, fentanilo, crack y heroína, entre otras. A través de nuestro país se las envía por el océano Pacífico hasta las costas de California para desde allí ingresar a Estados Unidos. Lo mismo ocurre vía Argentina, Brasil y Uruguay en dirección a la Unión Europea. Por otro lado, rigen en nuestro país cleptocracia e ineptocracia, empeoradas por nepotismo a ultranza, en un ambiente de gigantesca corrupción, fomentada por impunidad omnipresente. Esto favorece ilegalidades de todo tipo.
DIFICULTADES EN LUCHA CONTRA LA ILEGALIDAD. Como es obvio, ni a EEUU ni a la UE les será fácil combatir estas actividades ilegales y criminales desde nuestro país al exterior. Probablemente no lo consigan. Lo grave es que tampoco les es posible erradicarlas dentro de sus propias fronteras. Se trata de las dos democracias más poderosas del mundo. Lo denunciado arriba sobre Paraguay es mala carta de presentación y puede tener efectos nocivos en su evaluación por parte de las calificadoras internacionales de riesgo, lo que vuelve difícil la tipificación de Paraguay como destino recomendable de inversiones extranjeras. A nadie se le escapa que nuestro país es un paraíso para actividades clandestinas, ilegales y criminales, no teniendo recursos ni know how para combatirlas. Por eso mismo, necesitamos urgentemente ayuda de Estados Unidos y la UE, entre otras naciones democráticas que nos puedan ayudar.
MARGINACIÓN SISTEMÁTICA A GENTE POBRE E INDEFENSA. Tengamos en cuenta a los que viven en lacerante indigencia (no tienen para comer) ni de los pobres que no están tan mal, pero que les falta mucho para llegar a los estratos medios. Ni nos olvidemos de los microemprendedores urbanos y rurales. Todos ellos constituyen inmensa mayoría. Se hallan abandonados a su suerte, con poca o ninguna asistencia técnica y crediticia. La consecuencia: Si no se los incorpora con éxito a programas de integración económica, social y ambiental, obviamente cada día habrá más asaltos e inseguridad.
URGE ACTUAR YA MISMO. El embajador Dr. Luis Enrique Chase Plate ha destacado recientemente que el combate contra la miseria debería figurar en la agenda prioritaria de los gobiernos. Ciertamente las inversiones en sectores competitivos son necesarias pero no suficientes. La pobreza extrema no espera. En sus palabras, su marginación puede tener consecuencias negativas para todos los estamentos sociales. En mi opinión, la situación actual de los paupérrimos es grave. Empeoran el panorama los microempresarios rurales y urbanos, que también son mayoría, junto con el número impresionante de mipymes, ¡huérfanas de asistencia técnica y crediticia! Atender a los estratos e instituciones superiores, públicas y privadas, es importante para volver a Paraguay más competitivo. Sin embargo, ayudar a los sistemáticamente marginados ¡es urgente! En relación con esta denuncia, el pensamiento del abogado Roque García Durañona fue similar, advirtiéndonos sobre el próximo despeñadero.