El economista del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep), Óscar Vargas, en el estudio Mercado de Carbono en Paraguay: Hacia una participación sostenible e inclusiva, resalta que el país cuenta con ventajas comparativas para insertarse en los mercados internacionales de carbono, principalmente a través de soluciones basadas en la naturaleza y mejoras en la gestión agropecuaria.
El informe destaca al sector forestal como uno de los espacios con mayor potencial, mediante proyectos de REDD+, reforestación, restauración y manejo sostenible de bosques, que permitirían reducir emisiones y conservar ecosistemas.
En el ámbito agrícola, las prácticas sostenibles y regenerativas son claves, con acciones como la captura de carbono en suelos, sistemas agroforestales y técnicas de agricultura regenerativa, que además generan beneficios productivos a largo plazo.
La ganadería bovina, que hoy representa una de las principales fuentes de metano, también puede transformarse en oportunidad. El estudio señala la implementación de sistemas silvopastoriles, un mejor manejo de pasturas y la reducción de emisiones entéricas como caminos viables para la generación de créditos de carbono con cobeneficios sociales y ambientales.
Otros sectores con potencial son la gestión de residuos y la energía, donde proyectos de biogás, sustitución de biomasa no renovable y eficiencia energética pueden contribuir a la reducción de emisiones y diversificación energética.
Nota relacionada: Créditos de carbono: Inversionistas proponen un sistema de monitoreo
Además, Vargas resaltó la importancia de proyectos comunitarios, integrando a pequeños productores y comunidades rurales en iniciativas que generen ingresos adicionales y beneficios tangibles.
El marco legal vigente, con la Ley 7190/2023 y su Decreto reglamentario 3369/2025, establece las bases para dar trazabilidad y seguridad a los créditos de carbono generados en Paraguay. Sin embargo, el estudio advierte que el éxito dependerá de una institucionalidad sólida y de mecanismos que garanticen la inclusión social en la distribución de beneficios.
Por otra parte, entre las principales limitaciones señala que los costos elevados de certificación son inaccesibles para pequeños productores sin apoyo financiero. Igualmente, la volatilidad de precios en mercados voluntarios reduce la previsibilidad y la confianza.
También menciona el riesgo de concentración de beneficios en grandes actores privados y una capacidad institucional limitada, ya que aún falta consolidar registros, monitoreo y mecanismos de supervisión.
“Estos desafíos refuerzan la necesidad de fortalecer la gobernanza climática, asegurar la transparencia en el Registro Nacional de Créditos de Carbono y generar mecanismos de inclusión para que comunidades y pequeños productores sean parte de los beneficios”, indica.
Entre sus principales recomendaciones se encuentra fortalecer la institucionalidad climática y el registro nacional de créditos, priorizar sectores estratégicos: Bosques, agricultura y ganadería, impulsar proyectos de alta integridad bajo estándares internacionales, garantizar la participación comunitaria y la distribución justa de beneficios, y finalmente, promover alianzas público-privadas y cooperación internacional.
“Paraguay tiene la posibilidad de ofrecer créditos de carbono de alta integridad si logra combinar la protección de sus recursos naturales con prácticas productivas sostenibles”, sostiene el informe.