El escándalo en torno a McCarrick ha golpeado a la Iglesia Católica estadounidense, ya que se trata de un líder religioso ampliamente respetado por décadas y que fue confidente de papas y presidentes.
“El papa Francisco aceptó su renuncia como cardenal y ordenó su suspensión del ejercicio de cualquier ministerio sacerdotal, junto con la obligación de permanecer en una residencia que se le indicará para llevar una vida de oración y penitencia hasta que las acusaciones formuladas en su contra se analicen en un regular proceso canónico”, dijo El Vaticano en un comunicado.
El mes pasado, funcionarios de la Iglesia Católica estadounidense dijeron que la acusación que asegura que McCarrick abusó sexualmente de un adolescente hace casi 50 años era creíble.
Desde entonces, varios hombres han denunciado que McCarrick los había obligado a dormir con él en una casa en la playa en Nueva Jersey cuando eran seminaristas.
McCarrick ha dicho que no tenía “ningún recuerdo” del presunto abuso al adolescente hace 50 años, pero no ha comentado las otras acusaciones.