Paola Maltese es una de las figuras más queridas y respetadas de los medios paraguayos. Multifacética por naturaleza, sabe brillar en la radio, la televisión, el teatro y, por supuesto, en su hogar. Consultada sobre cuál de sus facetas la apasiona más, responde que cada rol tiene su propia magia.
“Cuando estoy en la radio me encanta la libertad que tengo, puedo ser muy yo. Me gusta mucho la música y disfruto de acompañar a la gente, mientras se mueve. Es como una conversación telefónica: Me río, cuento lo que me pasó, informo y comparto lo que me gusta. En la televisión, en cambio, me pongo en el lugar del televidente, trato de hacer las preguntas que él haría y vivir el programa como lo haría desde su casa. Como actriz, lo que me apasiona es construir personajes llenos de matices, contar historias que lleven a la reflexión y con las que la gente pueda identificarse”, reflexionó.
Paola también encabeza el elenco de la ficción de Telefuturo Solo por unos días en el que encara a Vero. Ser considerada una mujer referente de los medios paraguayos implica un alto nivel de compromiso y responsabilidad.
“Cuido, analizo y pienso cada decisión que voy a tomar, cada paso que voy a dar, cada marca con la que voy a trabajar incluso. Trato de mantener la misma línea en lo público y en lo privado: Ser honesta con la imagen que muestro delante y detrás de cámara. Quiero ser una buena referente como profesional, como mujer y como mamá”, afirmó.
Su carrera comenzó muy temprano, a los 15 años, lo que le permitió aprender a manejar la presión del ojo público sin descuidar su vida privada. “Lo manejo bien porque aprendí a poner límites claros. Soy abierta, pero mis límites son firmes, y gracias a eso puedo estar tranquila. Me siento muy respetada por el público en todo sentido”, expresó.
EQUILIBRIO
Mamá de Saskia, Rinske y Annick, Paola asegura que, como toda madre trabajadora, busca equilibrar sus proyectos laborales con la maternidad.
“Organizo todo en torno a mis tres prioridades inamovibles: Mis hijas y sus necesidades están primero. Después viene lo demás. Hablo mucho con ellas para que entiendan que hay temporadas que estamos juntas todo el tiempo, y otras cuando no tantas horas, pero tenemos nuestros momentos sagrados: Las noches antes de dormir o los desayunos, donde conversamos, nos mimamos y nos disfrutamos al máximo”.
En ese camino, considera fundamental el apoyo de su esposo, Tjeerd Twijnstra, a quien describe como su “cable a tierra”. “Soy muy apasionada y entusiasta en todo lo que hago, y él me ayuda a conectar con la realidad y a direccionarme”, confiesa.
Sobre cómo mantener un matrimonio sólido en medio de agendas exigentes, Paola lo resume en la importancia de los gestos cotidianos: “Tocarse mucho todos los días, demostrarse afecto, hablar con sinceridad aunque sea un ratito antes de dormir. Disfrutarse mutuamente, incluso en el cansancio, aunque sea durmiendo abrazados”.
Para Maltese, el secreto para ser mamá, esposa y profesional sin perder la esencia radica en una sola premisa: La fidelidad a uno mismo. “La vida en familia me enseñó perseverancia, resiliencia, paciencia, gratitud y la importancia de valorar el entorno. Ser mamá me dio además la capacidad de trabajar en equipo, de disfrutar los momentos buenos y malos, de notar y resaltar las virtudes de cada persona e incluso de mediar cuando hay diferencias”, afirma.
UN MENSAJE INSPIRADOR
Reconocida como referente femenina en los medios, Maltese comparte un mensaje sincero con las mujeres que buscan equilibrar sus sueños personales con la familia.
“No soy perfecta, soy tan real como cualquiera de ellas. Siempre elijo actuar desde el amor y el respeto hacia mí, hacia mi familia y hacia mis pasiones. Hay días agotadores en los que intento inventar tiempo para todo y no siempre lo logro, pero son también los días en que duermo más feliz, porque disfruté intensamente cada hora. Se puede, con prioridades claras, límites firmes y, sobre todo, con ganas”, concluyó.