“Con esta pandemia los abuelitos están más abandonados. Uno va al Centro de Salud a buscar medicamentos y no hay nada. Como mínimo deberían recibir en sus casas. Se tiene que ver urgente cómo asistirles, ellos no pueden esperar”, afirmó Carvallo. De unos 7.500 adultos mayores, son más de 5.000 los que no reciben pensión, pese a que se inscribieron ya desde el año 2009, conforme a la versión de la dirigente social.
Los abuelitos estaban con mucha esperanza, ya que desde julio de este año la inscripción ya no iba a ser necesaria, por la entrada en vigencia de la Ley 6381/19, que establece la pensión automática para los adultos mayores de 65 años. “Todavía no se implementó, nadie explica nada. Hoy vine a Hacienda y está cerrado por causa de la pandemia. En el Banco Nacional de Fomento a veces llegan las tarjetas de los beneficiarios y están allí; si los abuelitos no van a preguntar, no cobran. No hay interés en ellos”, se quejó Carvallo. Mientras tanto son los propios miembros del consejo los que aportan para llevar un poco de alimento para los que están en extrema pobreza.
Uno de los casos es el de Pabla Villalba, de 69 años, quien reside en una precaria vivienda de madera con piso de tierra. La misma afirmó que había recibido la cesta básica que había repartido la Municipalidad de Ciudad del Este y uno de los subsidios del programa social del Gobierno durante la pandemia. “Mi casa se está cayendo, eso necesito”. EM