Países Bajos dedica anualmente dos días para recordar el fin de la Segunda Guerra Mundial. El 4 de mayo, el Día Nacional del Recuerdo de los Caídos, se dedica a honrar a quienes murieron en la contienda; mientras, el 5 de mayo, Día de la Liberación, un festivo nacional, es una jornada para celebrar y mostrar aprecio por esa libertad por la que lucharon quienes dieron su vida en la guerra.
El comienzo de la celebraciones de este lunes es en el Hotel De Wereld de Wageningen, a más de 80 kilómetros de Ámsterdam, donde los alemanes firmaron la rendición el 5 de mayo, lo que se conmemora prendiendo la Llama de la Libertad y llevando antorchas por el país para encender llamas en otros lugares. A lo largo del día, en torno a un millón de personas asisten a festivales del Día de la Liberación.
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El concierto de cierre tradicional se hará por la noche en el río Amstel y estarán presentes los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, y autoridades locales. Este año, el monarca neerlandés invitó al primer ministro polaco, Donald Tusk, a la celebración.
A lo largo del domingo, se llevaron a cabo eventos por las víctimas de la Segunda Guerra Mundial y otros conflictos armados en los que Países Bajos ha estado involucrado.
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Anoche, unas 16.000 personas se congregaron para guardar dos minutos de silencio en la plaza Dam de Ámsterdam, y al menos seis personas fueron detenidas en la plaza y alrededores, por, entre otras cosas, interrumpir el acto.
El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, ofreció un discurso en el que habló de su abuelo, fusilado por participar en la resistencia. “Suena fácil, pero no lo fue en los años de guerra. Lamentablemente, hoy tampoco lo es. En un mundo lleno de guerras, la gente se olvida del otro, pierde la compasión”, señaló, mostrando su admiración por la generación que resistió durante la guerra.
Coronas de flores en honor a víctimas
Durante su discurso, o el ofrecido por el presidente del Parlamento neerlandés, el ultraderechista Martin Bosma, hubo varias interrupciones con participantes que recordaban el “genocidio” de los palestinos en la Franja de Gaza.
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Las autoridades también colocaron coronas de flores en memoria de diferentes grupos de víctimas, como los judíos, gitanos y sintis neerlandeses asesinados entre 1940 y 1945; y se honró a los combatientes de la resistencia, soldados y civiles desde Asia hasta Europa, además de personas que murieron en misiones de paz después de la Segunda Guerra Mundial.
También hubo un evento de conmemoración alternativo al organizado por las autoridades oficiales, al que asistieron en La Haya unas 3.000 personas, aunque se esperaba solo 500. Recordaron la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, pero también a las víctimas palestinas en Gaza, y los organizadores acusaron a Países Bajos de ser cómplice en el conflicto por vender armas a Israel, señaló la televisión pública NOS.
Fuente: EFE.