En la celebración litúrgica resaltaron el mensaje de Fátima que es fundamental para la sociedad, como la necesidad de rezar el rosario para lograr la paz en el Paraguay que atraviesa una crítica situación y pidiendo el fin de la guerra en el mundo y la conversión.
“Hoy podemos preguntarnos cómo va nuestra correspondencia a las frecuentes inspiraciones del Espíritu Santo para que purifiquemos el alma, especialmente en la Confesión sacramental, cómo reparamos por los pecados personales pasados y por los de todos los hombres”, expresó monseñor Ricardo Valenzuela, obispo de la ciudad de Caacupé, quien presidió el culto religioso.
El obispo elevó sus oraciones al Inmaculado Corazón de María pidiendo por la consagración y la protección a los pueblos, especialmente por la situación crítica social que atraviesa el Paraguay.
“De manera especial ponemos bajo tu confianza y te consagramos aquellos hombres y naciones que necesitan especialmente esta consagración. Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios. No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades. Acoge nuestra humilde confianza y entrega, especialmente en esos difíciles momentos que atraviesa nuestro país”, exclamó.
Asimismo, el religioso destacó la importancia de que las personas sobrevivientes de la pandemia puedan acercarse nuevamente a Cristo y mantengan la fe y la esperanza.
“Especialmente debemos rezar el rosario en este mes de mayo, poniendo intenciones ambiciosas, pidiendo que muchos amigos y compañeros salidos de la pandemia se acerquen de nuevo a Cristo, recorriendo con humildad el camino de vuelta del hijo pródigo”, destacó Valenzuela.
El obispo de Caacupé encomendó a la Virgen de Fátima por la protección ante los oscuros tiempos que atraviesan los pueblos contemporáneos en todo el mundo.
“Madre de los hombres y de los pueblos, tú que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, tú que sientes maternalmente todas las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito. Ponemos bajo tu confianza y te consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos”, indicó monseñor.
historia de la virgen. La Virgen de Fátima, formalmente conocida como Nuestra Señora del Rosario de Fátima, tuvo su origen en los testimonios de tres pastores, llamados Lucía, Jacinta y Francisco Marto, quienes afirmaron haber presenciado varias apariciones marianas en la Cova da Iria, Fátima, en Portugal, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Fátima está convertido en uno de los lugares de peregrinaje más reverenciados por los fieles católicos de todo el mundo debido a las apariciones de la Santa Madre.
Los tres mensajes que dejó la Virgen de Fátima fueron considerados premonitorios y, de acuerdo al Vaticano, su contenido ya se cumplió.
San Juan Pablo II sostuvo que las visiones de la Virgen de Fátima eran “revelaciones privadas cuyo propósito es ayudar a vivir más plenamente de acuerdo a las enseñanzas de Cristo”.
El 13 de octubre de 1917 tuvo lugar la sexta y última aparición de la Virgen de Fátima. En ese momento, sucedió un fenómeno tan místico como mágico, cuyos devotos lo denominaron como el “Milagro del Sol”.
Acoge nuestra humilde entrega, especialmente en esos difíciles momentos que atraviesa nuestro país.
Ricardo Valenzuela,
arzobispo de Caacupé.